"La clave para coleccionar obras de arte no está en el dinero, sino en el buen gusto, y esta muestra lo tiene de sobra. Es un orgullo y una satisfacción presentarla aquí, en mi tierra y en La Laguna, donde estudié". Son palabras de Matías Díaz Padrón, herreño de nacimiento, director del Instituto Moll y ex conservador jefe del Museo del Prado. El experto presidió ayer la presentación de la muestra de pintura flamenca de la colección Gerstenmaier que podrá visitarse hasta el próximo 7 de julio en la Sala de Arte María Rosa Alonso, ubicada ahora en el número 1 de la lagunera plaza del Adelantado.

Junto a Díaz Padrón estuvieron presentes en el acto el mecenas alemán Rudolf Gernstenmaier, o mejor Rodolfo, como le gusta que le llamen; el concejal lagunero de Urbanismo, Juan Manuel Bethencourt, y la directora de CajaCanarias, Natalia Aznárez.

Aznárez valoró el retorno de parte de la colección Gerstenmaier a La Laguna, donde ya estuvo en 2005, en distinto emplazamiento, con obras sobre paisaje y retrato.

Con la frase "coleccionar es enseñar", la representante de la entidad financiera resumió el valor incalculable de los 25 cuadros, entre óleos sobre lienzo y tablas, que cuelgan desde ayer en la sala de Aguere, producto de tres siglos "en los que cambió el arte". Entre ellos destacan joyas como "La Virgen de Cumberland" -o "Virgen sosteniendo al Niño en un parapeto"-, de Peter Paul Rubens, imagen del cartel de la exposición y última obra en incorporarse a la colección del empresario de Hamburgo después de salir a subasta en Nueva York. También sobresalen "Alegoría del verano", de Van der Hamen, o "Anunciación a la Virgen", de Van Balen.

Hans Rudolf Gerstenmaier, propietario del que está considerado uno de los fondos de arte flamenco más valiosos del coleccionismo privado en España, casi llegó a bordear las lágrimas y resumió en tres palabras su sentimiento: "Me siento honrado, sorprendido y emocionado". Valoró la parte de su colección que estará expuesta en este espacio "de gran belleza" como un auténtico "joyero". Animó, por último, a los tinerfeños a acudir a apreciar esta parte de la historia del mejor arte con la frase: "Vengan y pásenlo bien".

Por su parte, el edil Juan Manuel Bethencourt calificó la muestra de "legado para toda la humanidad y para todos los tiempos, aunque haya surgido en Flandes entre los siglos XV al XVII. La Laguna se enorgullece de recibir esta exposición porque se siente unida a cualquier urbe de Flandes, ciudades viejas con gente joven que valora su pasado para mejorar la realidad del presente". Glosó el valor de la obra expuesta con dos apreciaciones: la generosidad para referirse a Gerstenmaier y la excelencia que explicó con todo lujo de detalles el profesor Díaz Padrón.

El experto herreño comenzó destacando el trabajo en el catálogo de sus colaboradoras Inmaculada Alonso y Magdala García de la Barreda. Luego evocó la relación única entre Canarias y Flandes a través del arte como puente del Archipiélago a Europa. Para finalizar hizo una sumaria evaluación de las obras expuestas.

Díaz resaltó "Alegoría al verano", que contribuyó a atribuir al español de familia flamenca Juan Van der Hame y no a Jansen, discípulo de Rubens, como se creía. Sin olvidar la mencionada "Anunciación a la Virgen" de Hendrick Van Balen, "cuya obra más importante junto a esta -apuntó- es un retablo que se conserva en la catedral de La Laguna, encargado por un tal señor Mazuelos desde Tenerife como parte del intercambio de obras de arte de Amberes por vino o azúcar".

A estos nombres hay que añadir los de maestros como Van Dyck, Martin de Vos, De Momper, Jan Brueghel El Viejo, Van Kessel o Wolffort. Además de obras de devoción o de temática histórica, la muestra la completan bodegones, paisajes y retratos. Todos estos géneros podrán ser admirados tanto por el público en general como por los escolares de la isla a través del programa didáctico de visitas guiadas "Despertares".