Los actores no son actores, el presupuesto supera por poco los 200.000 euros y las localizaciones elegidas se ubican en los municipios de Arico, Arona, El Rosario, Granadilla y San Miguel... El primer largometraje del realizador tinerfeño José Alayón ya está en la línea de salida. "Slimane" es el título de una historia que han armado José Alayón y Samuel Martín, un proyecto cinematográfico protagonizado por Slimane, un adolescente que abandona un centro de internamiento al cumplir su mayoría de edad después de permanecer en él varios años: él y su amigo Moha -un intérprete secundario en "Slimane"- participaron con 15 años en una aventura clandestina y real que los llevó desde la costa marroquí a Gran Canaria.

Alayón desvela algunas claves de la película -tendrá una duración de unos noventa minutos- mientras realiza unas localizaciones en el centro de menores no acompañados La Esperanza: "Esta historia tiene un sentido social muy marcado y no está escrita para que un actor la pueda interpretar con falsedades y mentiras", adelanta en relación a un castin involuntario que surgió cuando el director aronero planificaba el montaje de otro audiovisual. "La idea vino a mí, no la busqué yo... Un día me encontré con Slimane y me enteré de sus vivencias. Normalmente una película se escribe y luego se buscan los elementos de la trama, pero aquí fue al revés. Los elementos de la historia me los dio el personaje y, a partir de él, seguimos reescribiendo el guión. Slimane es el hilo conductor a partir del cual llegamos a otros chicos que, de repente, recuperan la libertad y se encuentran con un mundo que se lo pone muy difícil", puntualiza Alayón en relación a un grupo de trabajo que no superará la docena de efectivos.

"Una mirada diferente"

El director de "Slimane" defiende la tesis de que para él "no hay una línea divisoria que separe el documental de la ficción. Todo es cine. La salida de la fábrica de Lumiére, por ejemplo, fue algo forzado. Ahí es imposible distinguir la ficción del documental", defendió Alayón antes de contar las intenciones que tiene con una cinta que cuenta con el respaldo financiero del Gobierno de Canarias y del Ministerio de Cultura.

"Nuestra intención es crear una película de ficción que se acerque al documental y, sobre todo, en la que se vean reflejadas las dificultades que ha tenido que superar Slimane", adelantó sobre una película que buscará un recorrido internacional. "Slimane llegará al público en la medida que los contenidos de la misma sean aceptados por los profesionales que tienen que dar el visto bueno para que se proyecte en las salas de cine", aclaró el realizador canario de un trabajo que se alargará durante unos cuarenta días.

"Estamos rompiendo con todos los estereotipos que hay en torno a la gran industria del cine porque no queremos tener todo planificado y perfectamente ordenado. Lo que buscamos es que Slimane nos lleve a un punto que genere sorpresa y realismo", incidió Alayón en compañía de su actor protagonista.

"Nunca me imaginé que podría grabar una película", confesó Slimane cuando trata de imaginar el trabajo que está a punto de comenzar. "Esto no es exactamente lo que me había imaginado cuando salí de África, pero es una oportunidad y estoy feliz de participar en ella", añadió un joven que en la vida real conoció las interioridades de varios centros de menores.

"Si decides venir a Europa quieres lo mejor para ti, pero no siempre sale bien", declaró. Y es que Slimane y Moha han compartido muchas cosas a lo largo de su aún corta existencia. Ambos proceden de un poblado cercano a la Cordillera del Atlas, los dos se embarcaron en el mismo cayuco que los trajo a Canarias y los dos conocen la dureza de los centros en los que perdieron una parte de su niñez: "Ha sido muy duro. Vivir lejos de casa, compartir tu encierro con más de quinientos niños que tienen una historia similar a la tuya, salir a la calle y darte cuenta de que no tienes nada", enumeró el chico sobre el que girará la última invención de José Alayón.