La trayectoria musical de Inocencio Javier Negrín (Santa Cruz de Tenerife, 1971) es una verdadera carrera de fondo, que en cierto modo reproduce los itinerarios de los grandes pianistas del pasado, que componían a la vez que viajaban para ofrecer conciertos. El ruso Alexander Scriabin es uno de estos músicos nómadas, al que Negrín viene dedicando especial atención en los últimos tiempos y al que hoy recreará sobre el escenario del Paraninfo de la Universidad de La Laguna, en el Concierto Universitario del XXVIII Festival de Música de Canarias.

Un compromiso que se complementó, anoche, con la conferencia introductoria que el propio intérprete pronunció en Ámbito Cultural de El Corte Inglés, charla centrada en los preludios del autor de "Prometeo".

Según expuso ayer, la experiencia musical del primer Scriabin está indisolublemente ligada a sus viajes.

"Durante dos años -explica-, Scriabin visitó ciudades como París, Ámsterdam, Heidelberg, Witznaw y Kiev. Los topónimos e incluso las fechas de composición aparecen en una nota a pie de página al final de cada obra, y la lectura de las cartas de esta época sugiere algunos paralelismos entre las experiencias en dichos viajes y los estados de ánimo de ciertos preludios. De hecho, de esta serie compositiva de 1895-96 se ha dicho frecuentemente que fue su diario musical".

El autor de esta reflexión conviene en que los intérpretes deberían no solo limitarse a tocar, sino hacer un poco de pedagogía con el público.

"El formato de charla-concierto es muy atractivo -señala- y de hecho se viene poniendo en práctica en muchos países. Yo aprendí a hacer lecture-recital ya cuando estudiaba en el Royal College de Londres, y después lo he llevado a cabo en escenarios como Leicester, con una sala que media hora antes del concierto ya está medio llena para escuchar la introducción. Pienso que es algo que los músicos van a hacer cada vez más".

En lo que concierne al repertorio que interpretará a partir de las 20:30 horas de hoy, Negrín no solo interpretará los 24 Preludios, opus 11, de Scriabin, sino otras veintitrés piezas extraídas de los Op. 15, 16 y 17, hasta conformar una cuasi integral de los preludios juveniles del compositor moscovita, que vivió entre 1872 y 1915.

Considerado un francotirador, a caballo entre el romanticismo tardío y las estéticas modernas, el Scriabin que Negrín se dispone a interpretar en Tenerife está aún próximo a Frederic Chopin y a los modos musicales del siglo XIX.

"El repertorio que ofrezco es claramente romántico -asegura el concertista tinerfeño-. Todavía tendrán que pasar ocho o diez años para que surja el Scriabin maduro, que para mí fructifica a partir de la Quinta sonata y que forja un estilo más en consonancia con la teosofía y la mística que cultivó en el plano filosófico".

Pese a que en su época el joven Scriabin fue considerado un epígono de Chopin, Negrín defiende su singularidad, lo que a su juicio es perceptible si se lo compara, por ejemplo, con su estricto contemporáneo, compatriota y también maestro del piano Sergei Rachmaninoff, favorito del gran público.

Lisboa, Tokio, Pekín

Tras su paso por el Festival de Canarias, Negrín dará conciertos en las sedes del Instituto Cervantes en Lisboa, Tokio y Pekín. No viajará allí gracias a Canarias Crea, sino por gestiones profesionales de su agente, Rosa Kraus, hija mayor del gran tenor canario.

Negrín es consciente de que el grifo de las actuaciones en el exterior se está cerrando para los intérpretes canarios que se presentaban a este tipo de convocatorias públicas, muchas veces bajo el paraguas del controvertido Septenio.

"El panorama que se presenta es decepcionante", reconoce el pianista santacrucero, que ve necesario "trabajar el doble y duro a partir de ahora" para salir adelante.

"Para este problema derivado de la crisis -apostilla- no hay solución fácil, al menos hasta que a la cultura no lleguen espónsores, ayudas del sector privado y la anunciada Ley de Mecenazgo. El recorte a una cultura como la nuestra, tan institucionalizada, tan dependiente, ha sido muy fuerte, máxime cuando se ha producido de una forma completamente abrupta y sin transición a otro modelo productivo" que propicie la supervivencia del sector, concluye.