Los australianos recordaron en estos días las referencias a Australia en la obra y vida de Charles Dickens, al conmemorarse el bicentenario del nacimiento del novelista británico que inmortalizó la Inglaterra victoriana.

Entre otras manifestaciones en memoria del literato, un grupo de 200 personas se congregó hoy, coincidiendo con el bicentenario, alrededor de la estatua del novelista inglés en el Parque Centenario de Sídney, aunque fuese contra los deseos expresados por el autor de "Oliver Twist" antes de su muerte, en 1870.

"Yo conjuro a mis amigos que de ninguna forma me hagan sujeto de estatua, monumento o testimonio de cualquier tipo", recordó las palabras de Dickens la actriz de origen británico Miriam Margoyles, conocida internacionalmente por encarnar en la saga de "Harry Potter" a la profesora Pomona Sprout.

"Estamos haciendo exactamente lo que él no deseaba, y no me importa porque esta estatua es una inspiración para quien la contemple", añadió la actriz.

La pasión que Dickens despierta entre los australianos es similar a la que en otras partes del mundo se siente por el quizá mejor escritor británico del siglo XIX.

El autor de "Historia de dos ciudades" nunca visitó Australia, pero tenía planes para hacer una gira literaria en 1862 y escribir un libro de viajes, según el Diccionario Australiano de Biografías.

No obstante, su obra contiene numerosas referencias a esas tierras y alentó a sus hijos, Alfred D''Orsay Tennyson y Edward Bulwer Lytton, a viajar a Australia en busca de nuevas oportunidades.

A la entonces colonia penal británica envió a villanos como Abel Magwitch ("Grandes Esperanzas"), John Edmunds ("Los papeles del Club Pickwick") y Wackford Squeers ("Nicholas Nickleby").

"Supongo que Australia era un lugar conveniente donde mandar a estos personajes de dudosa reputación", opinó Shale Preston, profesora de la Universidad Macquarie en Sídney e integrante de la Hermandad Internacional Dickens, según la cadena de televisión ABC.

"Vivió en una época en que la gente era constantemente enviada a Australia y esto le ofrecía una herramienta práctica para deshacerse de sus personajes", añadió la académica.

Pero no fueron solo los personajes viles y canallescos los que acababan en Australia, porque a mediados del siglo XIX el territorio de ultramar empezó a convertirse en un dorado para la emigración, principalmente tras el descubrimiento de grandes yacimientos de oro.

Este cambio histórico de Australia queda plasmado en la obra de Dickens.

En "David Copperfield", el escritor traslada varios personajes a Nueva Gales del Sur, en el este de Australia.

Ellos fueron "los Micawbers, el señor Peggotty y la pequeña Emily, así como a la señora Gummidge", detalló Marion Diamond, aficionada "dickensiana".

"Para redondear, Dickens hace que la señora Peggotty regrese, diez años después, para contarle a David cuánto éxito han tenido todos y que el señor Micawber se convirtió en magistrado", apuntó Diamond.

Australia también tuvo su importancia en la vida personal del autor de "Un cuento de Navidad", según Preston.

Dickens fundó un refugio para ayudar a las mujeres marginadas, "durante un año aprendían habilidades laborales útiles y después de ese período podían ser enviadas a Australia para buscar una vida mejor", comentó la académica.

Además, los dos hijos del creador de "Tiempos difíciles" siguieron los consejos del padre.

Alfred vivió en Australia durante 45 años: compró un rancho en Nueva Gales del Sur, luego se mudó a Victoria y se casó con Agusta Devlin, conocida como "La bella de Melbourne", con quien estableció una hacienda de ganadería.

Edward, el menor, se quedó en Nueva Gales del Sur, fue administrador de propiedades, legislador durante cinco años y, al final, murió en la indigencia.