Grecia se despertó ayer llorando la muerte del director de cine Theo Angelópulos, acaecida la pasada medianoche en un hospital de Atenas tras ser atropellado por una moto, y todos, desde las altas autoridades del Estado al mundo de la cultura, expresaron su pesar por la pérdida del aclamado artista.

"El país, que pasa por un momento difícil, pierde a un gran creador", afirmó el primer ministro, Lukás Papadimos, sobre la muerte de "una de las principales figuras del cine mundial" cuya visión "abrió nuevos caminos" y "capturó el drama de la posguerra civil griega, contribuyendo a un mejor entendimiento de la historia moderna" de Grecia.

"El cine de Theo Angelópulos es un punto de referencia no sólo para sus colegas de todo el mundo, sino para cualquier persona que busque en el arte un impulso para el pensamiento y el sentimiento", valoró en el ministro de Cultura, Pavlos Gerulanos, y aseguró que el director de "La eternidad y un día" y "La mirada de Ulises" es "irremplazable".

La dirección del Festival de Cine de Salónica, el más importante del país y al que Angelópulos dio gran apoyo, lamentó la desaparición del premiado director. "La alegoría de sus imágenes capturada a través de pequeñas historias humanas, habla de la Historia, de la memoria colectiva, de la política. Dio al cine emociones e ideas impagables. Fue un académico, un pensador, un poeta de la imagen. Nos hizo ricos con su trabajo, ahora quedamos pobres por su ausencia".

La trágica muerte del cineasta tuvo lugar la pasada medianoche, horas después de ser atropellado por una motocicleta en la periferia ateniense, donde trabajaba en las localizaciones de su nueva película "El otro mar", una cinta sobre los efectos de la crisis económica en la vida diaria de los griegos. El film, cuyo papel principal era interpretado por Toni Servillo, iba a ser la primera obra en solitario de Angelópulos desde el estreno de "El polvo del tiempo".

Nacido en Atenas el 27 de abril de 1935, donde vivió su infancia, el cineasta estudió en París y allí se inició en el mundo del cine, aunque no rodó su primer largo, "Reconstrucción", hasta 1970.

En 1975 saltó a la fama con "O Thiasos", en español "El viaje de los comediantes", un film de cuatro horas de duración y sólo 80 tomas que, tras su estreno en Francia, le valió el aplauso de la crítica y varios premios.

En 1980 y 1990, ya consolidado, comenzó a trabajar en coproducciones e incorporó a su equipo a los guionistas Petros Markaris, quien en los últimos años es conocido por sus novelas negras, y el italiano Tonino Guerra, junto a quienes firmó "Alejandro Magno", "Viaje a Cythera", "El paso de la cigüeña" o "Paisaje en la niebla".

En su plantel de actores figuran estrellas como Marcello Mastroianni, Jeanne Moreau, Omero Antonutti, Harvey Keitel, Willem Dafoe y Bruno Ganz.

En sus películas Angelópulos trabaja especialmente el espacio a través de largos planos secuencia, con composiciones formales muy cuidadas como si se tratase de un escenario teatral; mientras que en la temática son recurrentes la búsqueda de la memoria y la historia.

En su palmarés brillan la Palma de Oro de Cannes por "La eternidad y un día" (1998) y el Gran Premio del Jurado de Cannes por "La mirada de Ulises" (1995).