La Fundación Cristino de Vera acoge hasta el próximo 28 de enero, en su sede de La Laguna, la primera exposición en Canarias dedicada a uno de los pintores más significativos del arte español del siglo XX, el palentino Juan Manuel Díaz-Caneja (1905-1988).

Una cuidada selección integrada por dieciséis lienzos procedentes del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid y la Fundación Díaz Caneja de Palencia podrán ser contempladas en la sala de exposiciones temporales de la Fundación, lo que permitirá cotejar su producción con la obra de Cristino de Vera, ya que ambos comparten elementos inspirados en la sobriedad del paisaje castellano.

La muestra fue presentada ayer por Eduardo Alaminos López, director del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid; Rafael del Valle Curieses, secretario del Patronato de la Fundación Díaz Caneja de Palencia, y Clara Armas de León, directora de la Fundación Cristino de Vera y comisaria de la muestra.

Juan Manuel Díaz-Caneja y Cristino de Vera se impregnaron en distintas épocas del magisterio de Daniel Vázquez Díaz, un aprendizaje que estimuló su vocación artística. La obra de Juan Manuel Díaz-Caneja, vinculada a la poética del silencio, se adentra en la corriente de la nueva valorización del paisaje que, desde finales de los años veinte del pasado siglo, desarrolló un nutrido grupo de artistas con el fin de resaltar la esencia de las tierras españolas.

A él se debe una mirada más profunda, sensual y luminosa del horizonte de su tierra a través del lenguaje de vanguardia, que evolucionó desde una primera etapa experimental, donde las manchas de color bañan sus lienzos bajo la estética cubista, hasta una última en la que, en busca de la esencialidad, depura aún más su pintura.

A lo largo de su existencia participó en múltiples exposiciones y recibió los premios más prestigiosos del país, como el Nacional de Pintura (1958), el Francisco de Goya de Pintura del Ayuntamiento de Madrid (1960), el Nacional de Artes Plásticas (1980) y el Castilla-León de las Artes (1984), entre otros.

Juan Manuel Díaz-Caneja nació en 1905 en Pozo de Urama, una pequeña localidad palentina de la Tierra de Campos. Años más tarde se trasladó a Madrid con el fin de estudiar Arquitectura y participó de las actividades culturales de la Residencia de Estudiantes.

A su regreso de París se impregnó del espíritu de la Escuela de Vallecas, que surgió con el propósito de crear un arte nacional que pudiese competir con el de capital francesa.

Durante la posguerra, entre los años 1948-1951, Díaz-Caneja fue encarcelado debido a su militancia comunista. Desde entonces su obra transitó por el camino del paisaje.

Díaz Caneja pintó calladamente durante más de sesenta años y participó en múltiples exposiciones, hasta su fallecimiento en Madrid el 24 de junio de 1988. En 1995 la Fundación que lleva su nombre abrió sus puertas en la ciudad natal del pintor con el fin de difundir su legado artístico.