"Usted, Rodríguez, viene a Tenerife por mucho menos de su caché, ¿verdad?", le preguntó ayer Giancarlo del Monaco, director artístico del Festival de Ópera de Tenerife 2011, al barítono Juan Jesús Rodríguez, quien le contestó con un escueto "sí". Ante esa respuesta del protagonista de "Rigoletto", obra con la que esta semana se inaugurará el 41 Festival de Ópera de Tenerife, Del Monaco sentenció: "Es la voz de la verdad".

Y es que la austeridad será una de las bases de la nueva edición del evento, pero "con un alta calidad", según garantizaron los organizadores, que, además, recalcaron la presencia de las voces canarias en las funciones. Rodríguez interpretará al bufón Rigoletto en el mítico título de Giuseppe Verdi, que se representará en dos funciones -mañana y el sábado- en el Auditorio de Tenerife, en ambos casos a partir de las 20:30 horas.

Del Monaco protagonizó la rueda de prensa de presentación de "Rigoletto" en un espacio habilitado sobre el propio escenario del recinto cultural del Cabildo.

Mientras el elenco de artistas era relegado a un rincón, junto al responsable del ciclo se dieron cita en la mesa el director musical, José Miguel Pérez Sierra -que en las dos veladas estará en el foso junto a la Orquesta Sinfónica de Tenerife- y representantes de las instituciones públicas y privadas que colaboran en el organización del festival: la consejera de Educación y Cultura del Gobierno de Canarias, Inés Rojas; Cristóbal de la Rosa, coordinador insular de Cultura, en representación del Cabildo, y Javier Martínez, presidente de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Ópera (ATAO). Estaba anunciada la presencia del director de escena, Jean-Louis Grinda, pero éste se encontraba camino de Mónaco. A última hora, tampoco pudo sumarse el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez.

Giancarlo del Monaco valoró en primer lugar los dos grandes objetivos conseguidos, a su juicio: mantener un festival de alta calidad con poco dinero y superar el aislamiento cultural, a través de las coproducciones con grandes teatros como en este caso el de la Ópera de Montecarlo.

"Teatro pobre"

Del Monaco recordó su formación en la Alemania de los años sesenta del siglo pasado dentro del denominado "teatro pobre", cuando no había recursos tras la II Guerra Mundial y la función se sacaba adelante "con una caja negra, la dirección de escena y las luces".

Usó este ejemplo para recordar que "ha habido un importante recorte en el presupuesto del festival y cuando no hay dinero la mejor solución es la fantasía. Con millones de euros -afirmó-, todo el mundo hace teatro".

El escenógrafo italiano valoró el gran nivel artístico de todos los cantantes, desde los consagrados Juan Jesús Rodríguez (Rigoletto), Rocío Ignacio (Gilda) y Gianluca Terranova (Duque de Mantua) al resto de elenco, formado mayoritariamente por canarios. De Rodríguez dijo que junto al veterano Leo Lucci era el mejor "Rigoletto" actual. A la sevillana Rocío Ignacio la piropeó: "Guapa, simpática y buena cantante". A Gianluca Terranova, "un italiano con cara de Tyrone Power", lo calificó así: "Magnífico actor y excelente en la vocalización con un momento de agudos muy arriesgado, en el aria más conocida, La donna e mobile, cuando todo el mundo espera el fallo y no ocurre".

Nombró al resto del elenco dedicando algún guiño jocoso a cada uno: Belén Elvira, Alberto Feria, Jeroboam Tejera, Taurima Méndez, Juan M. Padrón, Samuel Modino, Cristina Farrais, Airam Acosta y Nuribel Ponte-Liria.

"Hemos logrado formar un coro de aquí y para este festival -continuó el hijo del gran tenor Mario del Monaco- . Debo mencionar la extraordinaria labor de los directores, el titular, Juan Ignacio Oliva, y el invitado, Fausto Regis, que se han compenetrado muy bien".

Del Monaco recalcó una vez más: "A igual calidad, optamos por un tinerfeño o canario. Hay que dar trabajo a los cantantes de aquí, que tienen una enorme capacidad y están muy bien preparados" .

Concluyó el director artístico con una mención especial al resto del equipo artístico y técnico, así como con un recordatorio: los días 27 y 29 de octubre cerrará en Tenerife su "trilogía cinematográfica" con "Tosca", de Puccini, ambientada en la Italia de 1943, un tributo a Rossellini y su mítica película "Roma, ciudad abierta".

Pérez Sierra, por su parte, se mostró "muy feliz" de su primera colaboración con el festival. "Recordaré siempre este Rigoletto por ser el primero y porque siempre vendrán a mí sus voces únicas", dijo Sierra, quien alabó a los "primeros espadas", aunque su-brayó que "todo el cast es de lujo".

Javier Martínez, de ATAO, resaltó "la labor social del festival", valoró la programación de obras muy conocidas y destacó a un elenco artístico "al nivel de cualquier ciudad europea, con muchos cantantes de la tierra".

Alimento espiritual

Por su parte, Inés Rojas incidió en la dificultad del momento actual, que ha originado una reducción del veinte por ciento del presupuesto respecto al año anterior, pero "ni un céntimo menos en calidad".

La consejera apeló a la necesidad de mantener eventos como este para "alimentar el espíritu". Son tiempos difíciles, en los que hace falta comida física, pero es necesaria también la intelectual", señaló antes de expresar la voluntad de abrir la ópera a públicos nuevos. En esta misma línea, Cristóbal de la Rosa centró su reflexión sobre el festival en una doble vía: acceso popular al género operístico y mantenimiento del empleo en el ámbito de la cultura.

Cabe recordar que, como preámbulo a las primeras funciones, hoy comienzan las actividades paralelas con la conferencia de Fernando Fraga sobre "Rigoletto", a partir de las 20:30 horas, en la sala de cámara del Auditorio de Tenerife.