Fátima Fortea (Puerto de la Cruz, 1957) es un caso excepcional dentro del arte canario contemporáneo. La singularidad radica no tanto en la naturaleza de su obra, arriesgada y sugestiva, como en el hecho de que siendo una creadora isleña nunca ha expuesto en su tierra. Cuanto ha podido verse de su obra en Tenerife es el mural "Fondo", instalado en 2003 en las dependencias del aeropuerto Reina Sofía.

No supone un atenuante el hecho de haber residido en Madrid desde 1978, y desde hace siete años en Galicia. Del mismo modo que existen programas destinados a mostrar el trabajo de los creadores canarios fuera de las Islas, sería razonable que hubiese otro dedicado a dar a conocer en el Archipiélago la obra de quienes trabajan en el exterior.

"No he estado demasiado en Canarias -admite- pero intuyo que hay más facilidad que la gente se traslade fuera de Canarias a exponer que al revés... aunque también seamos canarios quienes vivimos lejos".

"El traslado de obra plástica, siempre problemático por la burocracia que conlleva, se complica y encarece más en el caso de la escultura. "Para quienes trabajamos obra pesada es difícil trasladar la obra a efectos de exposición", señala Fátima Fortea, quien este verano ha expuesto en el Museo Municipal de Orense.

Puede decirse que la artista tinerfeña llenó literalmente las dependencias de esta pinacoteca. "Es la primera gran individual que realizo en años y, dado el número y magnitud de las piezas, he utilizado todo el museo", comenta la artista respecto a "Sit tibi terra levis" ("Que la tierra te sea leve"), su muestra más ambiciosa hasta la fecha.

Pinturas elaboradas en soportes heterogéneos como el cartón y la contratabla convivieron con figuras tridimensionales y cerámicas con gres elaboradas a alta temperatura, "como si se tratara de procesos volcánicos". Según señala Fortea respecto al procedimiento empleado con sus materiales, "esculpo más que modelo".

La creadora aportó además un "acuario" integrado por veintiséis cuadros. "Se trata de una instalación en la que los peces no se representan enteros, sino a través de partes, secciones y mitades; a la vez no están quietos, sino en movimiento, con la que trato de sugerir una expresión de libertad". La idea de la libertad y de su reivindicación subyace también en "La Virgen del Burka", figura femenina rodeada por alambres de espinos y rosas.

El heterodoxo discurso de la exposición incluyó una momia hecha con hierros, piedras y lapas, y emplazada a la entrada del museo a modo de cancerbero.

Una escultura que retrotrae una tabla funerario herreña, la figura "Latin lover", un perenquén tratado "como si fuera un objeto mágico" y un homenaje a Frida Kahlo fueron, junto a un mural de 1,8 m y 1,30 m, otros de los elementos propuestos por Fátima Fortea, cuyo taller se encuentra actualmente en Muxía, próximo a la Costa da Morte.

"Y yo quería retirarme en El Hierro", ironiza Fátima Fortea, quien ha acabado viviendo y cultivando su arte en otro confín, como si la línea de su vida se trazara, según sus palabras, "de un finisterre a otro".

Sin embargo, Canarias, su cultura, sus mitos y su imaginario fantástico, perviven en la obra de Fátima Fortea, quien no deja de recordar su tierra a través de las formas surgidas de su estudio.

EL DATO

La literatura: su otra vocación

Fátima Fortea une a su condición de artista la de escritora. En los años 90 colaboró con la revista Elle, donde publico relatos para niños. En su haber figura, precisamente, una obra referencial dentro de esta parcela literaria, "Cuentos de la gallina verde", en colaboración con Alicia García Valiño, un texto escogido por la Facultad de Psicología en Madrid para su empleo en Educación Especial.