Ni siquiera ellos tienen claro qué ha cambiado con respecto al universo de CHIGüESQUE TV que empezaron a moldear hace más de nueve años en una pequeña emisora de radio tinerfeña. "No teníamos la certeza de que nos estaban oyendo más allá del puente Galcerán... Y eso que estábamos cerca de La Salle", exponen tres de los cinco componentes de El Supositorio. "Por el camino recto" es el nombre del espectáculo que esta noche, a partir de las 21:00 horas, representan en el teatro Leal de La Laguna para cerrar una temporada en la que han hecho mucho ruido.

Su apuesta por el humor no les ha permitido "engordar" sus cuentas bancarias, siguen sintiendo un magnetismo artístico hacia Camilo Sesto, Freddy Mercury, Raphael, Bruce Lee y hasta por los Bajip de La Gomera, por citar cinco referentes, y aconsejan a los espectadores que hoy acudan al Leal que, aunque en los letreros se indique que "Por el camino recto" está concebido en 3D, mejor se traigan las gafas de casa... José Juan Ramallo, Conrado Flores, Jorge Galván, y los hermanos Domingo y Francisco Efegé conforman El Supositorio, una "medicación" contra el aburrimiento que en ocasiones se agota mucho antes de ser recetada.

Risas "alquiladas"

Intentar dar forma a una entrevista con ellos no es nada fácil. Hablan y hablan sin parar, introduciendo situaciones cómicas para reforzar el mensaje de una propuesta artística que lo tiene claro. "En el escenario nos gusta putearnos unos a otros; eso es algo que divierte mucho al público", dice Domingo Efegé.

Anoche regresaron al Leal con un proyecto que ya ha fidelizado a muchos clientes. Y es que parte del éxito de El Supositorio hay que buscarlo en la legión de seguidores que siguen sus "sketches" a través de la red. "Los colgamos en la red por una simple curosidad y nos dimos cuenta de que la gente los veía y, sobre todos, nos contaban que los habían visto", revela José Juan Ramallo. A partir de ahí, el boca a boca hizo el resto. Y es que diez años después de su creación, conseguir una entrada para ver una de sus funciones es una misión tan compleja como la que tuvo que resolver hace unas semanas James Bond en la gala final del Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife: El Supositorio protagonizó un cortometraje que tenía como protagonista al agente 007.

"Somos unos inconscientes; una banda de locos que en su momento decidió alejarse de todo lo que se creó en torno a CHIGüESQUE TV para meter al grupo en un proceso de autodestrucción del que salió fortalecido El Supositorio", aclara Ramallo en el momento de hablar de los orígenes. "Nos propusimos alquilar el Guimerá y apostar por un modelo arriesgado en el que no creía casi nadie... Llenamos el teatro y, a partir de ahí, se fue generando una corriente bastante favorable", recuerda Francisco Efegé.

José Juan, Mingo y Paco coinciden a la hora de señalar que hay algo alrededor de este quinteto que tiene alguna conexión con los cuatro de Liverpool. "Los Beatles que fueron a Alemania antes de hacerse famosos no mantuvieron la misma formación cuando llegó el éxito... Nosotros aún no conocemos qué es triunfar, pero en el primer programa de radio en el que participamos estábamos Conrado, Francisco, José Juan, Domingo y Humberto, El Tito... El último no volvió más; la segunda vez que fuimos a la emisora El Tito no estaba y en su lugar vino Jorge Galván", recuerdan sobre una alineación que empezó a tomar cuerpo en el instituto.

Divertirse como excusa

Los componentes de El Supositorio se conocen desde su etapa preuniversitaria. Todos forman parte de una generación -nacidos entre los años 1970 y 1973- que se ha mantenido en contacto gracias a un proyecto al que dedican dos o tres días cada semana. "Todo esto nos permite tener una excusa frente a nuestras vidas laborales y personales", explica uno de los hermanos Efegé. "Si hubiera dinero de por medio esto ya se habría roto hace tiempo. Nos reímos de todo", apostilla Ramallo.

Otro de los valores que más se cuidan en el organigrama de esta sociedad es el carácter democrático que tienen todas las decisiones que se toman en el seno de El Supositorio. "Para que un proyecto siga adelante no solo tiene que ser apoyado por al menos tres miembros del grupo, sino que después hay que tratar de convencer a los otros dos", desvela Francisco.

Nada queda al azar cuando de lo que se trata es de dar forma a un espectáculo, es decir, si hay veinte escenas y cinco actores; en la escaleta se buscan cuatro momentos de gloria para cada integrante de El Supositorio. "Somos unos puñeteros creando dinámicas de trabajo y nos autocensuramos todas las ideas", puntualiza Ramallo sobre la labor que los espectadores no ven. "Detrás de una función existe un montón de horas de trabajo y un método muy riguroso. Nunca salimos a un escenario a ver qué pasa", añade Domingo Efegé.

"Nuestros guiones no son cerrados; siempre hay alguien que lo estropea contando otro chiste", avanza Francisco. Entonces, según Ramallo, no queda más remedio que "apretar un huevo" (con perdón) y seguir adelante con el guión que se ha ensayado durante días.

Lograr la Paz Mundial, preocuparse por las especies protegidas, hacerse con unos terrenitos en el sur de la Isla de Tenerife con vistas al mar y, por supuesto, morir como David Carradine son, según sus preferencias, los ideales de un quinteto que presume de no ser una versión definitiva: "Somos cinco personas pensando disparates, en nuestro baúl hay historias desde hace casi diez años y tenemos la certeza de que hay gente que se interesa por lo que nosotros hacemos", comenta Domingo Efegé, antes de descubrir la existencia de un sexto componente de El Supositorio. "Es la persona más buena que conocemos, nos comprende y tiene muchísima culpa de todo el trabajo audiovisual que hay alrededor del grupo... Vasni Ramos es un elemento que no aparece en el escenario, pero que tiene una gran culpa de todo lo que hacemos", incide. Con estos ingredientes, distribuidos en una hora y media de "show", despide esta noche en el teatro Leal de La Laguna otra temporada un grupo que ya ha dejado de ser un experimento.

el dato

Hoy, 21:00 h