Los problemas de seguridad en la custodia del Códice Calixtino han acrecentado la polémica por el robo de este manuscrito del siglo XII y de incalculable valor histórico, desaparecido de la catedral de Santiago de Compostela.

Mientras la Policía dedica más medios a la investigación del robo y examina las imágenes de la sala en que se custodiaba el Códice, la Fiscalía Superior de Galicia ha mostrado su preocupación por la protección del patrimonio cultural gallego y el Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha denunciado que las medidas de seguridad eran "mínimas".

Doce especialistas del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) integran el núcleo de la investigación sobre la desaparición del Códice de la Catedral de Santiago de Compostela, ciudad donde hoy se han realizado controles de vehículos en la búsqueda de pistas de esta obra de incalculable valor histórico que data del siglo XII.

Asimismo, agentes de la Brigada de Patrimonio continúan el visionado de las imágenes de la sala en que se custodiaba el Códice tras su desaparición, pues según ha explicado el deán y Archivero Mayor de la catedral, José María Díaz, había controles en todos los ángulos del claustro, de forma que quedaría fotografiada cualquier persona que pudiera entrar.

Sin embargo, el secretario general del SUP, Xosé Freire, ha afirmado que las medidas de seguridad "eran mínimas" y que el sistema era un mero "plan de compadreo". "Tienes tú la llave, la tengo yo, la tiene el otro..." era el sistema utilizado, según Freire, que ha considerado que, así, su desaparición "era fácil" y ha resaltado que sólo tres personas poseían dicha llave, una de ellas el deán.