Miguel Ramírez, "alma mater" y director del Festival Internacional Canarias Jazz&Más Heineken (FICJMH), está satisfecho con el desarrollo de este evento, que ya ha cumplido veinte años de existencia y que, a pesar de la crisis, mantiene su esquema inicial: traer a músicos de calidad, llegar al mayor número de islas posible, servir de plataforma de apoyo a los grupos locales para la presentación de sus propuestas, además de facilitar el acceso a una serie de clases magistrales impartidas por grandes intérpretes del rico y variado mundo del jazz, tarea que este año recaerá en la cantante francesa Mina Agossi.

La XX edición de este encuentro, que se desarrollará del 1 al 10 de julio, tendrá como escenarios Tenerife (Santa Cruz y el Puerto de la Cruz), La Palma (Los Llanos de Aridane), Gran Canaria (Las Palmas, Arucas y Telde), Lanzarote (Teguise) y Fuerteventura (Puerto del Rosario).

El FICJMH, que este año cuenta con un presupuesto de alrededor de 400 mil euros, tendrá como artistas principales a John Pizzarelli y la Clayton-Hamilton Jazz Orchestra, que rendirán tributo a Sinatra, además de a Dave Grusin y Lee Ritenour Band, Eddi Palmieri, Poogie Bell Band, Fatumata Diawará y la Gangbé Brass Band, entre otras formaciones que en total superan la veintena.

La presencia canaria, casi la mitad de los participantes, estará protagonizada por Polo Ortí Group, la Big Band de Canarias, Esther Ovejero y Charlie Moreno Band, entre otros grupos que presentarán sus últimos discos.

Nivel

Miguel Ramírez considera que, a pesar de la crisis que ha mermado el presupuesto del festival en más del 30 por ciento con respecto al del año pasado, "sigue sin bajar un ápice el nivel artístico de los participantes, la cantidad de días lo mantenemos igual y estamos en cinco islas. Poder mantener el festival, a pesar de los recortes, al nivel que estamos es un lujo. Estoy satisfecho", confesó.

Este amante del jazz recuerda que este festival surgió hace veinte años casi por necesidad. "Yo como músico y un montón de aficionados teníamos que ir fuera para ver algo de interés. Lo que venía era muy poco y no de mucha calidad. Entonces se puede decir que surge un poco por necesidad. La idea, que se mantiene hasta hoy, era que los aficionados pudieran recibir esta música al máximo nivel. De hecho, los primeros años llevamos la música a muchos pueblos. Recuerdo que en Tenerife llegó a Guamasa, Garachico, La Orotava, Arona, La Laguna, Santa Cruz.. La idea era sembrar, llevar estas músicas a la gente para que luego revirtiera. Ahora es la gente la que viene al festival", matizó.

Otro objetivo importante del certamen era que los jóvenes intérpretes de jazz en las islas "tuvieran una relación didáctica con los maestros que nos visitaban para ampliar su formación y sus miras como músicos. Las clases magistrales han continuado y se puede decir que el nivel de nuestros músicos ha subido muchísimo. Ya hemos recogido los primeros frutos, y algunos de ellos han presentado y presentan sus discos en el festival y han actuado con estrellas internacionales".

En este sentido, reafirma que el FICJMH siempre ha estado concebido como un espacio abierto a los creadores canarios. "Se da la circunstancia de que muchos de ellos se planten la grabación de sus discos para presentarlos en el marco del festival. Este ha sido otro de los fines cumplidos".

Ramírez cree que también se ha logrado que el Festival de Jazz de Canarias esté presente en las agendas de todos los promotores, revistas y músicos. "Ahora mismo el festival está presente en las agendas internacionales y en la Asociación de Festivales de Jazz de España. Ya estamos reconocidos, se respeta mucho nuestro trabajo y se nos tiene bien considerados. A esos niveles gozamos de muy buena salud".

El ductor del festival canario aclara enseguida que la idea de este encuentro en las islas es fomentar el jazz y todas sus músicas. "El jazz es más que una palabra que define un mundo y una cultura, porque dentro del jazz hay muchos estilos. El jazz tiene la grandeza de poder fusionarse con cualquier estilo o tendencia que aparezca. Es un lenguaje".

Por este motivo, los promotores de este acontecimiento musical no han querido nunca consagrarlo a un estilo concreto. "Siempre intentamos que esté el jazz más moderno y el clásico también, además de abrir las puertas a la fusión y a las nuevas tendencias. Siempre ha sido importante para nosotros traer a grupos que marcan nuevos estilos".

Limitaciones

También reconoce que existen algunas limitaciones para poder estar en el "Top ten", como los festivales de San Sebastián o Vitoria. "Hombre, hay grandes diferencias. Tenemos un presupuesto menor que esas ciudades, que hacen el festival cinco días y en la misma ciudad. Nosotros lo hacemos diez días, en cinco islas y con menos presupuesto. Si lo concentráramos todo en la misma ciudad posiblemente estaríamos en el top ten".

Ramírez sabe que ha habido que renunciar en algunas ocasiones a traer a grandes nombres porque se llevaban la mitad del presupuesto, como por ejemplo Keith Jarrett, aunque hay que tener en cuenta que también han participado algunos de los grandes.

Para él es importante, para conseguir dar un salto, que se vayan sumando todos los sectores empresariales. "Hay agencias que ya se han puesto en contacto con nosotros para ver con cuánta antelación podemos facilitarle el programa para ellos vender la idea y atraer turistas que no solo busquen sol y playa, pero ese no es ahora mi objetivo".

Este entusiasta hacedor de música sueña con llegar algún día a tener un festival más arropado aún por la ciudadanía, aunque sabe que todavía hay que superar algunas etapas. "Aunque estamos a un nivel óptimo, el festival debe evolucionar a que sea un cita en la que se combinen otros elementos como empresas, turismo, infraestructura cultural, en definitiva aspirar a que Canarias sea una referencia fuera por algo más que por el típico sol y playa. En parte envidio un poco a los festivales de San Sebastián y Vitoria, porque allí el apoyo es más decidido. Cuando estás en San Sebastián la ciudad está entregada, los hoteles y restaurantes se llenan".