Los organizadores del doble proyecto expositivo sobre Bill Viola, que aún puede visitarse en la capital tinerfeña, han programado para la jornada de hoy visitas guiadas a los dos escenarios que lo acogen: por un lado, la Sala de Arte Contemporáneo del Gobierno de Canarias (SAC), ubicada en el Museo Municipal, que alberga "Liber Insularum (El libro de las islas), la exposición individual de Viola"; y, por otro, el Espacio Cultural El Tanque, que muestra la videoinstalación "La imagen-síntoma (revisitando a Bill Viola)", obra de los artistas Drago Díaz, Israel Pérez y María Requena.

Su curador, Roc Laseca, discutirá hoy los detalles técnicos y especulativos del proyecto global en esta visita que comenzará a las 17:30 horas en la SAC y proseguirá a las 19:30 en El Tanque.

Se trata de una oportunidad para conocer mejor esta magna propuesta artística que ha permitido contar en Tenerife con la muestra individual de Bill Viola más extensa que se ha realizado en España en los últimos años y que se completa con la acción de Díaz, Pérez y Requena, artistas canarios que "toman" El Tanque con una singular videoinstalación. Ambas exposiciones podrán visitarse hasta el próximo 15 de mayo.

Con una cuidada puesta en escena en la SAC, convertida en "blackbox" (caja negra), la exposición constituye un ensayo genuino de Bill Viola "especialmente seleccionado y diseñado para las características y condiciones de la lectura insular", según sus artífices, y es el resultado de dos años de producción y diálogos entre las partes implicadas. La exposición, que se abre con su aclamada obra histórica "The Reflecting Pool", de 1977, queda vertebrada por un total de diez piezas entre las que se encuentran los grandes formatos de "The Raft" (2004) o "The Quintet of the Astonished" (2000) así como los minuciosos estudios antropomórficos de "Four Hands" (2001) o los grupales de "Observance" (2002) o "Three Women" (2008).

Paralelamente, en El Tanque, Drago Díaz, María Requena e Israel Pérez examinan la mirada insular con una instalación audiovisual producida expresamente para este proyecto colectivo.

Al respecto, Laseca señala que "programar a una figura como Viola no sólo supone un esfuerzo compartido, sino igualmente una alta responsabilidad por garantizar lazos dialogantes y experiencias intersubjetivas con otros artistas del territorio" a fin de posibilitar, subraya, "nuevas oportunidades para aprehender la producción contemporánea".