Sin armar ruido, la compañía tinerfeña Reymala se ha colado en la más importante cita nacional del teatro clásico junto a Mérida: el Festival Internacional de Almagro, y lo ha hecho con una obra, "La reunión de los Zanni", que se puede considerar el "sleeper" del último teatro hecho en Canarias, esto es, una obra cuyo éxito nadie esperaba y que ha logrado mantenerse en cartel tanto dentro como fuera de las fronteras isleñas.

Daniel Tapia y Miguel Ángel Batista impulsan este sugestivo proyecto alrededor del cual convergen escenógrafos, maestros de canto, diseñadores, pedagogos y distintos profesionales de la escena. Estrenada hace dos años en el Auditorio de Tacoronte, "La reunión de los Zanni" es un homenaje a la Commedia dell''Arte, cuya "calidad artística" (aseguran los responsables de la Fundación que lleva el nombre del Festival de Almagro) le ha valido un billete para la cita que se celebrará el próximo verano en la ciudad monumental de La Mancha.

¿Puede hablarse de espaldarazo definitivo a una labor discreta que ve por fin sus frutos?

Reymala es una compañía joven, fundada hace tres años. Como siempre ocurre, los comienzos fueron difíciles, pues nadie quiere contratar a una compañía de la que no han oído hablar, pero poco a poco cerramos algunas actuaciones en Canarias y con ellas vinieron las primeras críticas positivas. Almagro siempre es una cita con la que se sueña, pero difícilmente se llega. La realidad es que desde que tuvimos la suerte de participar en el festival de las Jornadas de Siglo de Oro de Almería, nuestro espectáculo ha ido creciendo exponencialmente, pero nunca pensamos que llegaríamos a un festival de este calado con un primer montaje. Almagro es uno de los espacios soñados para cualquier compañía de teatro clásico y sin duda será otra "gran puerta" para Reymala. Es un honor y un orgullo representar a Canarias en uno de los mayores festivales de teatro de España.

¿Qué estructura de producción tiene Reymala?

Reymala está compuesta por dos socios: Daniel Tapia y Miguel Ángel Batista. Ambos fundamos la compañía en 2008 y creamos nuestra propia productora, Difusión Escénica, con la que ya hemos montado algunos espectáculos de pantomima, clown, pasacalles, esgrima… y, como apuesta fuerte, "La reunión de los Zanni". Reymala tiene la aplicación de un formato de macroestructura empresarial adaptada a una microempresa. Gran parte de nuestro éxito se basa en la calidad humana de las personas con las que trabajamos.

"La reunión de los Zanni" es tanto como decir la reunión de los viejos criados, siendo el zanni un personaje que no ha gozado de tanta popularidad como otros tipos de la Commedia dell''Arte. ¿Por qué lo han escogido como eje de la función?

En realidad, Zanni era un término para designar a los criados. En la época en la que se fraguó el género, siglo XVI, muchas personas del campo iban a trabajar a la ciudad, La mayoría de ellos tenían nombres cuya terminación era "-ani", por ejemplo Giovanni. Por extensión, se empezó a utilizar el nombre propio adulterado "Zanni" para designar a los criados. Arlequín, Polichinela y Colombina son sirvientes de la comedia al igual que otros personajes que aparecían en los canovacci (estructuras de improvisación de la comedia). Nos basamos en la imagen del Zanni, al igual que en el género de la Commedia dell''Arte, por irnos a una idea primaria: hacer un trabajo de investigación para conocer las tripas de la commedia, precursora de otros géneros, para después reconvertirla, actualizarla y jugar con ella. "La reunión de los Zanni" es la reunión de los criados, la reunión de los actores que se ven en las plazas para contar sus aventuras; un pretexto para poder disfrutar de un espectáculo vivo, a la manera de las obras abiertas.

Las relaciones entre amos y criados marcan la historia de la literatura teatral. ¿Cuál es su visión del tema?

La lucha de clases es el motor de cualquier sociedad, tanto de nuestra época como de la del siglo XVI. En un mundo marcado por desigualdades (económicas, políticas, sociales, religiosas…) los conflictos nacen por sí solos, se generan porque es lo natural. El objetivo es llevar a la escena nuestros conflictos diarios que, en muchas ocasiones, son idénticos a los de hace cinco siglos. Haciendo guiños a situaciones de la actualidad más reciente, lo que intentamos hacer es conjugar una estructura dramática consolidada en el tiempo con algunos de los problemas que, de una forma u otra, nos afectan a todos.

En una escena teatral dominada por obras minimalistas y de consumo rápido, ¿qué papel puede jugar el teatro clásico?

La representación de un clásico ofrece al espectador mucho más que unos minutos de diversión, ofrece una historia, un mensaje, poesía, teatro… En nuestro caso, creemos que con "La reunión de los Zanni" la risa está asegurada. El espectador asiste a una puesta en escena de Comedia del Arte, protagonizada por personajes que recitan poesía, y en la que incluimos malabares, esgrima… Nuestra intención es introducir a los espectadores en el teatro clásico a través de un espectáculo que rompa con la idea de que lo clásico es aburrido o complicado de entender -especialmente si es en verso-. Todo depende de cómo se trabajen los textos y de su puesta en escena. Si se hace un buen trabajo, el espectador lo comprenderá a la perfección y saldrá del teatro entusiasmado. Ahí radica a nuestro juicio la genialidad de los clásicos: conmovieron al público del siglo XVII y siguen conmoviendo a espectadores del siglo XXI. Un claro ejemplo de que estas obras continúan funcionando hoy en día, de que hay un público que demanda este tipo de teatro, lo encontramos en la gran cantidad de festivales de teatro clásico que se celebran por toda España, por no hablar ya de los que se organizan en América.

En Canarias han surgido en los últimos tiempos circuitos, asociaciones y premios destinados a la promoción de un sector que está plantando cara a la crisis. ¿Piensan que está suficientemente cohesionado?

El asociacionismo es fundamental. Nosotros, concretamente, pertenecemos a dos asociaciones: una nacional y otra insular. En un sector tan débil como el nuestro, donde muchas veces se vulneran los derechos de los artistas y de las empresas, hace falta una mayor cohesión. Respecto a los premios Réplica, sólo llevan 2 años, y como sucedió con los Max en sus inicios, tienen sus detractores. Sin embargo, estamos convencidos de que, con el paso del tiempo, se puedan convertir en un muy buen impulso complementario para las artes escénicas en Canarias.

¿Pueden avanzar los contenidos de la coproducción que llevarán a cabo con otras compañías nacionales?

Recientemente hemos viajado a Sevilla con el fin de cerrar el nuevo proyecto, cuyo estreno está previsto para después de verano. No podemos adelantar mucho, sólo decir que se trata de una coproducción que implicará a grupos de tres comunidades y a un director contrastado a escala nacional, y que contará con el respaldo de empresas e instituciones que se han mostrado muy interesadas en desarrollar la idea.