''Sweet Champagne'' es el segundo álbum de esta banda, el primero con una multinacional como Sony, formada por cinco jóvenes que presentan una fórmula basada en el rock americano, canciones muy melódicas y la madurez que otorga haber tocado en escenarios como el Rock in Río.

The Monome es la fiesta de graduación del lugar donde estudiaron dos de los componentes de esta banda, compuesta por Eddy (bajista) Clara (guitarra) David (guitarra) Rafael (batería) y Edward (vocalista), que explica en una entrevista con Europa Press que con ''Sweet Champagne'' han encontrado el sonido que buscaban.

Con el primer álbum, ''Give it an "M"'' (2008), todavía estaban buscando "un sonido propio". Fue un álbum más "ecléctico", con canciones rockeras o baladas o con sonidos funk explica el vocalista del grupo. "Con los años hemos dado con el sonido de The Monomes", afirma Edward, que lo define, sin ambages, como "rock americano".

Para este segundo álbum, The Monomes han contado con Alejo Stivel en la producción y el apoyo de la multinacional Sony, algo que para los miembros del grupo es "como estar en primera división". "Nos hace sentirnos totalmente profesionales en el mundo de la música y que tenemos que dar la talla y hacerlo lo mejor posible", señala Edward.

El vocalista afirma que aunque no se cierran a componer "en español", el inglés es el idioma en el que la música "sale" entre los miembros del grupo, que tienen en común, precisamente, su predilección por la música en este idioma. "En este disco hemos buscado el equilibrio entre todos y lo hemos encontrado", dice.

Entre las canciones destacadas del álbum, además de ''View'', single presentación del disco, Edward señala ''Tip Toeing'', un tema que "empieza con un ritmo más lento y va in crescendo"; ''Sweet Champagne'', que "define el sonido actual de The Monomes: "guitarras contundentes, canciones muy melódicas, baterías y bases de bajo muy potentes y un equilibrio entre lo dulce y lo amargo".

"VIVENCIAS PERSONALES Y EMOCIONES"

En las letras de los temas se plasman "vivencias personales, experiencias, emociones". ''View'', por ejemplo, habla de la incertidumbre, la melancolía y el miedo de estar fuera de tu círculo, pero también "de las ganas de vivir esa experiencia", y ''Dreamkiller'', la única balada del disco, "es una denuncia al uso indiscriminado de las armas en EE.UU.".

Edward define el panorama musical español como "un poco extraño" por el momento que vive. "Se escucha más música que nunca y es más fácil para los grupos mostrarse en Internet", considera, añadiendo que "en España hay muchos grupos muy buenos y cantar en inglés ya es algo completamente normal".

El único ''pero'' que podría ponerle al panorama musical patrio es en el apoyo de los medios de comunicación, pues cree que "falta" algo de sustento por parte de las radios y las televisiones. "Falta algún canal que muestre los diferentes estilos que existen, porque parece que todo está muy cerrado en cuanto a estilos", concluye.