La inagotable vena creativa de Óscar Domínguez (1906-1957) explotará de nuevo con motivo de la exposición "Óscar Domínguez: una existencia de papel", que revelará una de las facetas menos conocidas y más reveladoras del artista tinerfeño: la de ilustrador y dibujante, eje de una propuesta conformada por más de un centenar de obras que podrán verse a partir del próximo viernes en el TEA (Tenerife Espacio de las Artes) de Santa Cruz.

Comisariada por Isidro Hernández, la muestra no sólo incluirá dibujos y las ilustraciones que el pintor lagunero hizo para diversos poemarios y publicaciones, sino que incluirá exponentes de su pintura, algunos de los cuales permanecen inéditos en España (caso de "La vague") o que no han podido verse en Canarias desde hace décadas, como el emblemático óleo sobre lienzo de 1933 "El drago", ausente de las Islas desde 1968, año en que fue expuesto por última vez, con motivo de la exposición organizada por Eduardo Westerdahl en el Museo Municipal de Santa Cruz de Tenerife.

Estas pinturas dialogarán en el espacio expositivo con sus "hermanas menores", aguafuertes, collages, decalcomanías, ilustraciones o dibujos que en algunos casos figuran entre las obras maestras de su autor. Entre estas piezas sobresale "Le Grand Ordinaire", procedente de la colección suiza Gérard Nordmann. Publicado en 1943 -aunque datado por sus autores en 1934 con el propósito de evitar la censura-, "Le Grand Ordinaire" consta de un texto de André Thirion al que acompañan ilustraciones pornográficas del pintor canario que se burlan del mariscal Petain, Jefe de Estado del Régimen de Vichy durante la ocupación alemana.

Otro de los atractivos de la muestra, cuyos fondos se nutren del propio catálogo del TEA, pero también de colecciones privadas y de centros de arte como el Reina Sofía, el IVAM, el CAAM o el Museo de Bellas Artes de Bilbao, serán los dibujos realizados para el poemario de Georges Hugnet "L''hampe de l''imaginaire" (1936), así como para "Trayectoria del sueño", de André Breton (1938), y para la edición con dibujos surrealistas de las Obras completas de Lautréamont, fechada el mismo año. Una de las últimas secciones de la muestra, que estará abierta hasta el próximo 16 de octubre, incluye el libro de Paul Éluard "Poésie et vérité", de 1942, ilustrado por Domínguez en 1947 con más de treinta aguafuertes en los que recrea motivos iconográficos recurrentes en su pintura.