La Junta Directiva de la Academia de Cine ha acordado este jueves que Álex de la Iglesia siga siendo su presidente hasta que se celebren elecciones en un plazo máximo de tres meses, por lo que el director vasco estará al frente de la institución durante la celebración de la gala de los XXV Premios Goya, el próximo domingo 13 de febrero.

En una reunión de más de tres horas y media en la sede de la institución, los miembros de la Junta han escuchado las razones del cineasta vasco para querer abandonar el cargo. Aunque se especuló con la posibilidad de que dejara de presidir la Academia hoy mismo, finalmente se respetará su decisión inicial de continuar hasta la entrega de los galardones del cine español.

Fue el pasado lunes, después del acuerdo entre PSOE, PP y CiU para sacar adelante la Ley Sinde en el Senado, cuando el director vasco expresó su malestar y sugirió la posibilidad de dejar de presidir la Academia. Este extremo se confirmó en la mañana del martes, cuando anunció que dimitiría tras la gala de los Goya.

En una breve comparecencia ante los periodistas flanqueado por todos los miembros de la Junta Directiva, De la Iglesia ha detallado que las elecciones tendrán lugar en un plazo de no más de tres meses a partir de este jueves. Se convocará una Asamblea General en la que se presentarán las candidaturas que haya y se votarán. Además, ha puntualizado que no dimite el 14 de febrero porque los estatutos dicen que tiene que aguantar hasta que haya elecciones, y ha insistido en que su idea es dejar el cargo "lo antes posible".

"Me he sentido muy querido por todos, pero es una decisión personal dejar la Academia y en ese sentido sigo firme en ello. No quiero que la gala deje de ser lo que es y quiero que tenga toda la fuerza y las ganas que le hemos puesto durante un año, que sea lo más simpática y glamurosa posible"

"SOY MUY IMPULSIVO"

Asimismo, ha reconocido que es "muy impulsivo" y dice siempre lo que piensa. Por eso ha explicado que dimite porque como presidente debería "tener un poquito más de discreción". Por eso ha insistido en que abandona el cargo porque quiere "seguir diciendo" lo que piensa.

Icíar Bollaín ha terciado para destacar que "se respeta el deseo de Alex de irse, pero se convocan elecciones y se prima así que hay una gala por delante". "Lo mejor es que esté Alex hasta que haya nueva presidencia", ha añadido, ante lo cual De la Iglesia ha señalado que él no quiere "empañar la gala con todas estas discusiones".

Tanto De la Iglesia como Bollaín han recalcado que la Academia no ha recibido presiones desde el Ministerio de Cultura para zanjar esta crisis. El cineasta ha dicho que "se ha sobredimensionado" su decisión de dimitir, ya que "nadie es imprescindible", y sobre todo él. "Es bueno dimitir, no es un problema, cuanto más refresquemos el espectáculo mejor", ha apostillado.

BOLLAÍN: "LE HEMOS TIRADO DE LAS OREJAS"

Eso sí, ha apuntado que no se arrepiente de haber expresado su opinión sobre la Ley Sinde, aunque sí de haberla dicho como presidente de la Academia. Por eso ha reconocido que debería "haber hablado previamente con sus miembros, sin duda". En un tono entre el reproche y la broma, Bollaín ha destacado que le han "tirado de las orejas un poco por eso".

El director vasco ha asegurado que sus años al frente de la Academia han sido "los más felices" de su vida y ha "disfrutado mucho". "He conocido a gente maravillosa. Suena como ''Vacaciones en el mar'' pero es cierto. He conocido productores, distribuidores, exhibidores, he conocido el sector y he aprendido un montón, también a escuchar", ha explicado.

Por último, ha señalado que su estado de ánimo "es muy bueno", a pesar de lo cual también ha reconocido que está "sufriendo un montón" estos días por su marcha. De hecho, ya saliendo de la sala, no pudo reprimir una pequeña confidencia en baja voz a uno de los miembros de la Junta, como si no terminara de creérselo: "Dejo la presidencia de la Academia, me cago en la leche".