Paco Arango ha estado los últimos dos días en Garachico para culminar el rodaje de "Maktub", su primer largometraje. El que fuera productor de series televisivas mostró su admiración por el paisaje de Tenerife, "fuente inagotable para localizaciones de cine". El director agradeció a los grandes actores que ha reunido su implicación en un largometraje que trata sobre los niños con cáncer desde un punto de vista divertido y optimista. Arango, que ocupó en su día portadas de la prensa del corazón, no dudó en afirmar: "En España se puede ser famoso sin hacer nada y eso es muy peligroso".

¿Cómo llegó al cine?

Como cantante, grabé cinco discos en nueve años hasta que en 1999 creé mi productora y surgieron series de éxito como "Aladina" o "El inquilino". Siempre me gustó el cine y la idea de "Maktub", que en árabe significa "escrito en las estrellas", la maduré hace tiempo.

Su ópera prima aborda el cáncer en los niños. ¿Por qué?

Vengo de una familia económicamente fuerte y sentí que debía devolver algo a la sociedad. Trabajé de voluntario en el Hospital Niño Jesús de Madrid y hace seis años y medio creé la fundación "Aladina" para luchar contra esta terrible enfermedad.

La temática parece delicada.

Quería plasmar mi experiencia de once años con estos pequeños campeones. Me llama la atención que nunca paran de sonreír. Mi historia es un alegre cuento de Navidad en el que un adolescente enseña a un hombre en plena crisis a ser feliz de nuevo.

Antonio, el niño canario protagonista, ¿es un personaje real?

Por supuesto. Incluso, su padre ha trabajado de extra estos días. Lo conocí, su historia me impactó, y fue mi amigo durante su estancia en el hospital. Se curó gracias a un trasplante de médula, pero falleció tres meses después. Es duro vivir el proceso, pero entre ellos hay mucho Harry Potter, mucha magia. He hecho la película desde el respeto e invito a verla.

¿Puede ser Canarias plató natural para localizaciones de cine?

El potencial es enorme. Antonio vivía en El Hierro, pero rodar allí era complicado. Gracias a mi amistad con los propietarios de la finca El Malpaís hemos encontrado este paraíso. Canarias debería ser un plató natural, tal vez sólo falte empuje institucional. También hay fuerza y creatividad. Me apasiona el fútbol y los mejores jugadores para mí son los canarios.

Usted llegó a ser famoso y luego desapareció de la escena pública.

En España se puede ser muy famoso sin hacer nada y eso es muy peligroso. Un día corriendo por un parque en Madrid, un niño le dijo a su madre: "Mira, un famoso". No dijo cantante, sino famoso. Fue la chispa, porque me di cuenta de que me quedaba sin intimidad y eso es sagrado.

¿Afecta la crisis al cine?

Muchísimo. Hay que ser valiente, osado y hasta un poco tonto para hacer cine en este momento. Me temo que reúno las condiciones.

¿Se puede hacer un artista en seis meses?

No, hay que tener algo innato para llegar a ser artista, pero también digo que cualquier persona posee la capacidad de crear.