Hace nueve años probó fortuna en el universo literario con la publicación de "Mayor Oreja, una victoria frente al miedo" y, a partir de ahí, sus días se hicieron cada vez más cortos. Isabel San Sebastián (1959) sueña con ser abuela, con rentabilizar el tiempo que consume en torno a su profesión de periodista, su afición por la escritura y los ratos (o ratitos) que le entrega a la vida familiar. "Vivo pendiente de él (tiempo) y admito que hace tiempo que se convirtió en un bien escaso en mi día a día", aseguró antes de acudir a El Corte Inglés de la avenida Tres de Mayo de Santa Cruz de Tenerife para firmar ejemplares de "Imperator", su novena aventura literaria.

Nació en Santiago de Chile, pero en todos sus libros siempre revela una férrea defensa de "la libertad, el honor y de España", enumeró la autora de "El árbol y las nueces", con Carmen Gurruchaga (2000), "Mayor Oreja, una victoria frente al miedo" (2001); "Los años de Plomo, memoria en carne viva de las víctimas" (2003); "¿A qué juegan nuestros hijos?", con Javier San Sebastián (2004); "Cuentos de María la Gorda" (2005); "La Visigoda" (2006); "Fungairiño: el enemigo de ETA" (2007); "Astur" (2008) e "Imperator" (2010). Isabel San Sebastián asegura que ha llegado a este mundo por placer, no para hacer negocio. "Escribo historias que me gustan, que me interesan y que acaban siendo un reto para mí. Nunca he aceptado el encargo de una editorial", aclaró la ganadora del Premio de Novela Histórica Ciudad de Cartagena con "La Visigoda".

"El placer de escribir"

Isabel San Sebastián dice que una de las razones fundamentales por las que hace periodismo tiene que ver con "el placer de escribir; es una de mis pasiones", confesó una veterana de los medios de comunicación. "Soy igual de libre en una novela que en una redacción", dijo una profesional que ha ejercido como comunicadora en nueve cadenas de televisión, seis emisoras de radio y dos periódicos.

"Existen muy pocos escritores en España y en el mundo que puedan vivir de sus libros", puntualizó San Sebastián en el instante en el que aparece el por qué decidió dar el paso definitivo que le metió de lleno en el mundo de las editoriales, librerías, críticas literarias, promociones... "La gran mayoría de los escritores se refugian en la literatura para dar satisfacción a sus sueños. ¡Qué equivocados están los que creen que en esta profesión se gana mucho dinero!". (ríe) "Yo no me quejo, ni desprecio lo que gano en mi faceta como escritora, pero es necesario decir que aquí no se hacen grandes fortunas", aclaró.

"Imperator", de La Esfera de los Libros, transcurre en 1209 y tiene como protagonista a Braina, un personaje que huye del exterminio de sus hermanos cátaros y se refugia en la corte de Aragón, bajo la protección de la reina Constanza, recién desposada de Federico II de Sicilia. "El espacio en el que se desarrolló Astur era la Edad Media y, ahora, he descendido a la Baja Edad Media para escribir un libro más mediterráneo, dulce y evocador, pero en la que continúa muy presente una batalla brutal y una disección del poder, es decir, donde existen personajes que tienen el poder y otros que abusan de él", explicó Isabel San Sebastián antes de proponerle un ejercicio en el que se requiere tener una amplia visión de futuro.

La "otra" historia

Tras bucear en episodios concretos de la historia de España ("La Visigoda" y "Astur"), la escritora de "Imperator" considera que los novelistas que traten de "fotografíar" la sociedad española de 2010 con una visión histórica lo van a tener "realmente complicado".

"No le arriendo las ganancias", dijo sobre la posibilidad que tendrán los autores de escribir sobre temas que hoy marcan el pulso de España. "Sinceramente, no sé en qué momento ni dónde encontrarían una fuente evocadora para su libro. Los días en los que vivimos son un auténtico tostón; carecen de épica, de heroísmo y, por supuesto, no hay gloria... Estoy convencida de que nunca podrán ser contemplados con la misma mirada con la que nosotros hemos analizado la historia", criticó.

"La sociedad española carece de enjundia. Al menos, desde mi perspectiva literaria, puesto que cuando me propongo un nuevo proyecto intento plasmar en él mi pensamiento sobre la libertad, lo que es vivir en democracia y saber utilizar los derechos que tenemos los seres humanos", insistió. En este sentido, Isabel San Sebastián dice que sabe delimitar perfectamente dónde acaba la periodista y dónde empieza la escritora: "Mi profesión de informadora está asociada con el pensamiento, el intelecto, mientras que la parte que tengo de escritora es más evocadora, emotiva e inevitablemente conecta con una vertiente poética. Pero ésa, también soy yo", argumentó cuando la conversación giró hacia una vertiente más personal.

"Sueño con ser abuela y, sobre todo, espero disfrutar mucho más de mi familia... Sé que tengo que renunciar a muchos momentos de ocio por los libros y mi afición por escribir supone un gran sacrificio. Yo no estoy en la literatura porque no tengo otra cosa que hacer, sino que estoy aquí y, además, trabajo. Vivo del periodismo y disfruto con la literatura", dijo segundos antes de afrontar un último capítulo que está vinculado con las nuevas tecnologías.

Pensar un libro

Desde su incorporación a la redacción de La Gaceta del Norte, de Bilbao, hace más de dos décadas, Isabel San Sebastián ha vivido en primera persona el "boom" tecnológico que, primero, se ha asentado en las redacciones y que ahora amenaza seriamente a la industria del libro: "Los cambios son buenos y es inevitable pensar que un E-Book o un iPad van a tener una gran importancia en el futuro porque estamos creando la generación de pantallas táctiles. Lo que sí me preocupa es la piratería, en función de lo que ya ha ocurrido con el cine y con la música, y, sobre todo, que hacer un libro no se convierta en una operación de marketing digitalizada. En eso sí que el progreso puede perjudicarnos mucho. Hay que vivir con las nuevas tecnologías, pero me preocupa que alguien pueda confiar a un ordenador cómo debe ser el libro perfecto".