El actor Manuel Alexandre, que se convirtió en vida en uno de los intérpretes históricos del cine español y que trabajó en películas como "Plácido" (1961), "Atraco a las tres" (1962) y la saga cinematográfica del grupo infantil Parchís (en la que interpretó al profesor don Matías), falleció a primera hora de la mañana de ayer en el Hospital USP San Camilo de Madrid, a los 92 años debido a una larga enfermedad, según confirmaron fuentes cercanas al centro hospitalario.

A pesar de colaborar en casi 200 producciones, mantuvo su característica humildad hasta el último momento. "Yo tengo una desgracia porque no creo en mí, no siento esa sensación de ser algo importante", aseguró Alexandre en 2006, poco después de participar en la película "Elsa y Fred" (Marcos Carnevale), que le valió una nominación al mejor actor en los premios Goya tres años después de recibir la mención honorífica a toda su trayectoria.

Según decía, su éxito profesional se debió más bien al azar y no tanto a su talento como actor. "Creo que en esta profesión, como en otros órdenes de la vida, el azar es decisivo ", aseguró en 2007.

Después de participar en unas 50 películas en los años 60 y 70, Alexandre consiguió mantener su popularidad a lo largo de las últimas décadas gracias a su participación en títulos como "Belle epoque" (Fernando Trueba), "El bosque animado" (José Luis Cuerda) o en la serie de televisión "Los ladrones van a la oficina".

En los últimos años, recibió diversos reconocimientos como el Premio Isbert en el Festival de Peñíscola (1993), el Goya de Honor (2003) y la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (2009), recibida en el Palacio de La Moncloa.

La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España señaló ayer que con el fallecimiento de Manuel Alexandre desaparece "uno de los últimos supervivientes de esa estirpe de actores llamados cómicos".

El empresario Enrique Cornejo subrayó que Alexandre fue un "hombre limpio en toda su ejecutoria". Por su parte, la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, recordó que fue el primer actor en depositar un legado en la Caja de las Letras, "la gran cámara acorazada donde se custodian documentos de personalidades de España y Latinoamérica".

El actor Sancho Gracia, que compartió con Alexandre en Estudio Uno de TVE la terrible sala de deliberación de "Doce hombres sin piedad, destacó del fallecido su enorme sentido del humor y su gran calidad humana. Gracia recuerda también la "pareja de hecho" que formaba con "su hermano" Fernando Fernán Gómez.

"Manuel era estupendo como actor y como persona", aseguró a su vez la actriz argentina Analía Gadé una de sus amigas más antiguas. Concha Velasco, compañera de trabajo del fallecido actor en "Historias de la televisión", destacó de él su discreción y generosidad, de hecho, dijo, "jamás" le oyó hablar mal de nadie.

Para el director José Luis Cuerda, formó parte de "la columna vertebral del mejor cine que se ha hecho" en España "con letra de (Rafael) Azcona y música de (Luis García) Berlanga".

Mientras el PSOE lamentó ayer la pérdida a través de su responsable de Cultura, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, destacó la "brillante" carrera e "indiscutible" talento interpretativo del actor en un telegrama de condolencias enviado a la familia.

La capilla ardiente de Manuel Aleixandre permanecerá abierta durante el día de hoy en el Teatro Español de Madrid, desde donde sus restos mortales serán trasladados al crematorio de la Almudena para su incineración.

Un artista todoterreno

Manuel Alexandre nació en Madrid el 11 de noviembre de 1917 y, después de finalizar los estudios secundarios, comenzó la carrera de Derecho en su ciudad natal. Sin embargo, abandonó la facultad tras el estallido de la Guerra Civil (1936-1939) y, después de la contienda, ingresó en la Escuela de Arte Dramático de Madrid, donde se formó como intérprete. En 1947, se estrenó en el cine con el filme "Dos cuentos para dos" (Luis Lucía) y, cuatro años después, participó en el clásico "Bienvenido Mr. Marshall" (Luis García Berlanga) junto a compañeros de la talla de Pepe Isbert o Alberto Romea. Este papel fue el preludio de una carrera que se prolongó más de medio siglo y en la que trabajó con los principales cineastas españoles. No obstante, su consagración llegó gracias a las comedias "Plácido" (Luis García Berlanga, 1961) y "Atraco a las tres" (José María Forqué, 1962), en las que coincidió con dos de los mejores actores españoles del pasado siglo, sus amigos José Luis López Vázquez (1922-2009) y Agustín González (1930-2005). Además de trabajar en la gran pantalla, Alexandre participó en más de un centenar de series y espacios televisivos, así como diversas representaciones escénicas que le convirtieron en un actor todoterreno. Según confesó el actor poco antes de su muerte, su ilusión como profesional siempre fue interpretar los papeles "más importantes de la historia del teatro".