Amigo mío,

que hermosas palabra,

como bella melodía,

que sientes

y no puedes descifrarla.

Amigo, que mi alma escuchas,

con tu saber, me traes la calma,

a este espíritu inquieto,

cuando la pena lo embarga.

Siento en mí tu amistad,

no de juergas ni jaranas,

sí de compartir que haya amor,

en esta vida mundana.

Gracias, te doy,

que en mi vida te cruzaras,

y palpar la sed de justicia,

que desprende tu mirada.

¡Y que sea yo tu amiga!,

me queda grande en el alma,

como esa melodía,

que se siente en tu interior

y no puedes expresarla.