Nunca daré un paso

si tú, no estás

conmigo. Nunca

llegaré a la meta

sin tu auxilio.

Nunca daré un paso

si el camino no está

expedito; en otras

ocasiones ha habido

curvas y bifurcaciones,

y siempre me he perdido.

Nunca daré un paso

si tu no estás conmigo

hay muchos artificios

en el camino, que me

dejen desorientado.

No daré un sólo paso

si tú no estás conmigo

de mis ojos se ha ido

la luz, no veré el camino,

sólo son atajos.

No daré un paso si tu

no estás a mi lado, el

próximo que de, puede ser

en falso y mi pie, sólo

encontrará un vacío.

Pasos son pasos y zancadas

son zancadas: éstas, conducen

al fracaso los otros, a la

esperanza.

Fui donde fui, sin saber

porque fui y me vi envuelto

en tinieblas, ¡sácame Cristo

Jesús, para que mi esperanza

no muera.

Mi vida se oscureció, lo

mismo que en el "golgota"

aquel día. Devuélveme la

luz Cristo Jesús, para que

las tinieblas, se vayan de

estampida.

No daré un paso, si tú

no estás conmigo, temo

caerme y no habrá ¡quizás!

un buen "samaritano" para

recogerme y tendré mucho frío.

Armando Edodey Ramos

Mimitos

Para hijo de Luis Pérez

Mimitos quiero papá,

para mi pequeña infancia,

mimitos quiero mamá,

para engrandecer mi alma.

Esos mimitos que me dáis,

os los devolveré mañana,

como la luna devuelve

los rayos que el sol le lanza,

iluminando el sendero,

al que en la oscuridad anda.

J. Carrillo