Para Laly García
La noche oscura
nada la iluminaba,
sentí tristeza en el alma,
al cielo con pena rezaba.
En el firmamento oscuro,
surgió una estrella
que con timidez destacaba,
su fulgor iluminó mi ser,
fija dejé la mirada.
En estas oscuras noches
con su presencia me deleitaba,
ráfagas de destellos brillantes,
otras, con su tenue luz me acariciaban.
¡Consolad! a esa estrella,
que tanto brillo nos daba
y no se supo apreciar
el amor que por el niño daba.
Ella con su elocuencia,
fue dando mucho por nada,
ella es mi amiga,
da amor y no espera nada.
¡Queredla mucho!,
mi compañera temprana,
la que conmigo estuvo,
en esas oscuras noches,
de grandes batallas,
por el niño ganadas.
J. Carrillo