Pablo Jerez Savater (Santa Cruz de Tenerife, 1983) es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla, especializado en Arte Moderno Español por la Pablo Olavide, asimismo de la capital hispalense, y miembro del colectivo de investigación Lhisarte de la Universidad de La Laguna, donde culmina actualmente su tesis doctoral. Jerez, de origen gomero, "de la Villa de San Sebastián", puntualiza, trabaja de manera directa en el análisis del patrimonio histórico de la Isla Colombina, "un gran desconocido en muchos casos". Sin ir más lejos, a propuesta del párroco de Vallehermoso, la próxima semana ofrecerá una charla con motivo del centenario de la iglesia de dicha localidad. Propone y lo tiene muy claro que "La Gomera debería aprovechar su rico patrimonio cultural e histórico como atractivo turístico".

Jerez, como demuestra esa cita inminente en Vallehermoso, colabora con cualquier iniciativa en este sentido debido a la relación sentimental y familiar con la Isla, así como por el hecho de que en torno a estos temas se mueve su línea de investigación académica.

Para este experto, "el de La Gomera es un patrimonio histórico por descubrir. La Isla guarda tesoros artísticos de gran valor que no han sabido explotarse. Sólo parece conocerse y reconocerse lo que existe en la Villa, en San Sebastián, por ejemplo la Torre del Conde, pero hay muchísimos ejemplos en otros municipios y no exclusivamente de índole religioso, aunque sí son la mayoría".

Entre esos ejemplos, Jerez señala "el antiguo Convento Dominico de San Pedro Apóstol, en Hermigua, que cumplirá 400 años en 2011, o la iglesia de la Encarnación, también en Hermigua, con una talla de la Virgen atribuida a Fernando Estévez".

Jerez Sabater también valora "la obra del arquitecto Antonio Pintor en la década de los años 10 y los 20 del siglo pasado. En La Gomera, relacionados con el auge del negocio frutero en aquella época, hay ejemplos de gran valor en arquitectura, que llevó a cabo Pintor, como son las iglesias de la Encarnación en Hermigua, la de San Marcos en Agulo o la de San Juan en Vallehermoso".

Abrirse a la sociedad

Jerez "se moja" a la hora de señalar que "es cierto que en muchas ocasiones la comunidad universitaria se refugia en el no sabe, no contesta y yo pienso que, además de las facetas investigadora y docente, consustanciales a la condición, debe existir también la divulgativa, aquella que obliga en cierta medida al universitario a dar a conocer lo que puede saber a la sociedad. No concibo una comunidad educativa al margen".

En este sentido, toma partido al afirmar que "en La Gomera hace falta un impulso institucional al tema de la cultura y el patrimonio histórico. La Isla vende, siempre entre comillas, su naturaleza y su paisaje, pero en paralelo podría hacerlo con su patrimonio y su historia. Todo enfocado a un turismo de senderismo y tranquilidad, muy diferente al habitual de sol y playa de buena parte del resto del Archipiélago. Un turismo, además, de alto poder adquisitivo al que pienso que sería necesario, y creo que resultaría posible, ofertar rutas patrimoniales guiadas a través de los distintos y numerosos monumentos históricos de la Isla".

Este licenciado en arte de profundas raíces gomeras pone ejemplos concluyentes: "El casco antiguo de Agulo es uno de los mejores conservados de toda Canarias y muy poca gente lo conoce. Me viene a la mente Betancuria, en Fuerteventura, que tiene un gran valor artístico e histórico, sin duda, pero lo que digo es que se aprovecha para enfocar esa riqueza hacia el turismo. Eso, en La Gomera no pasa y los turistas que se hospedan en los pueblos se encuentran de improviso con ese patrimonio, no hay nada organizado para que lo conozcan al mismo tiempo que hacen senderismo o descansan en esos remansos de paz. Dinamizar los cascos históricos urbanos sería una buena posibilidad en el futuro".