PARA un alumno, para un discípulo o para un sencillo admirador de cualquier conocimiento, que un autor te entregue el borrador de su obra para que lo hojees, para que lo saborees antes de su puesta en escena, tal si fueras un espectador privilegiado en una sesión previa, es ya de por sí un maravilloso detalle cubierto bajo una distinguida y preciosa humildad, una humildad sólo accesible a los mejores didactas, a los mejores maestros. Si además la causa de ese gesto ha nacido de la más pura amistad, de esa sensación de compañerismo que sólo los buenos profesores granjean entre sus estudiantes, pocas palabras podrán servir para que pueda expresar un agradecimiento diáfano la persona elegida... y ése, y no otro, ha sido mi caso.

Hace apenas unos meses el doctor D. Manuel de Paz Sánchez ponía en mis manos el esbozo avanzado de su obra "La piratería en Canarias. Ensayo de historia cultural", hoy ya disponible en las librerías tras haberse presentado a mediados de este mes de enero. Desde el primer instante en que me introduje en su lectura, advertí que me encontraba ante un libro diferente, escrito con esa rara habilidad para captar el interés, el entusiasmo y la pasión de todo enamorado por los temas históricos.

El autor enfoca inteligentemente la atención hacia el siempre sugerente mundo asociado a los asaltos piráticos, pero lo hace desde una óptica y desde un filtro novedosos, tomando ocho ejemplos prácticos y bien conocidos dentro de la narrativa histórica tradicional canaria. Tanto la invasión de Van der Does a Las Palmas de Gran Canaria como la incursión de Pie de Palo en la capital palmera, o el fallido asalto de Horacio Nelson sobre Santa Cruz de Tenerife, surgen en el texto bajo un prisma diferenciado, buscando desgranar la esencia de determinados y ciertos detalles, todo en una lectura esgrimida en clave de historia cultural. La visión que plantea Paz Sánchez tiene como fin recordar que todavía quedan infinidad de sesgos, de pormenores, de circunstancias por investigar en el pasado de las Islas, incluso en los acontecimientos más historiados y renombrados, y su obra es un ejemplo pragmático en ese sentido positivista y alentador.

Dejamos al futuro lector la experiencia de descubrir en esta obra aspectos inéditos y reveladores dentro del horizonte histórico del Archipiélago, entre los que entresacamos, a modo de embeleso, la definición y el estudio de las diferentes batallas contra el corso en Fuerteventura en 1740 como una auténtica "fiesta" de la comunidad insular, el desciframiento lógico de un conocido poema de Graciliano Afonso Naranjo sobre la Gesta de julio de 1797, o la destrucción del mito del corsario Ángel García, Cabeza de Perro, entre otros muchos aspectos y detalles. Faltaríamos a la realidad si no citásemos la maravillosa calidad plástica y literaria del capítulo versado en la descripción de Santa Cruz de La Palma, impropia de un ensayo de corte histórico y que rezuma no sólo un conocimiento envidiable de la capital palmense, sino también un amor denodado e inextinguible por esa tierra.

A Manuel de Paz, desde estas líneas, nuestro agradecimiento sincero por brindarnos su amistad y su confianza, a la par que nuestra felicitación por brindarnos una nueva lectura de episodios memorables de nuestro pasado acontecer.