La escritora Clara Sánchez (Guadalajara, 1955) avisa en su nueva novela, "Lo que esconde tu nombre", galardonada anteanoche con el Premio Nadal 2010, de la impunidad con la que jubilados nazis llevan su vida de placer en la Costa del Sol, una realidad que "había que airear", según expuso ayer la autora a los medios informativos.

En la novela, que se publicará el 4 de febrero, Sandra, una joven que se muda a la costa porque ha perdido el trabajo y tiene que decidir si el padre de su futuro hijo está "a un palmo de ser el gran amor" o lo es realmente, conoce a una pareja de entrañables jubilados alemanes, para los que acabará trabajando. Pero las máscaras empiezan a caerse cuando aparece Julián, un republicano que estuvo preso en el campo de concentración de Mauthausen y que quiere saldar cuentas con sus verdugos.

Julián le advierte de que son gente muy peligrosa, y Sandra se zambulle en "un mar de sospechas" porque no sabe a quien creer y siente, después, "verdadero miedo" de que los alemanes sepan todo lo que ella sabe.

La autora se mostró convencida de que a esos jubilados nazis "no les pesa" lo que hicieron en el pasado y, para la sociedad, son "seres invisibles" sobre los que nadie se cuestiona nada "porque hoy en día la gente va a lo suyo".

A partir de esos personajes de pasado turbio Sánchez trata el miedo que se puede infundir en alguien hasta bloquearlo, pero que también se puede combatir con amistad y amor. Avisó, en todo caso, de que "los psicópatas atraen. Hay que estar alerta".

Reconoció que es una novela "muy" cinematográfica y que entronca con el tipo de intriga de "Otra vuelta de tuerca", de Henry James, y películas de Alfred Hitchcock, como "Encadenados".

Todas las novelas de Sánchez tienen una base realista que en determinado momento deja paso a lo onírico o irreal, porque su interés es "lo irreal que hay en esa realidad". "Desde pequeña tengo la sensación de que vivimos en un mundo raro", aseguró tras declarar que el presente es lo que le fascina porque no lo entiende: la falta de perspectiva y los cambios vertiginosos de las relaciones humanas son algunos de los motivos por los que no comprende qué engranaje hace girar el mundo actual.

Anteanoche también se entregó el Premio Josep Pla 2010, que recayó en Llucia Ramis por la novela "Egosurfing". La autora explicó ayer a los medios que quiso traspasar "la vida virtual a la real y centrarse en los personajes para ver qué intereses tienen para relacionarse con los otros".

En la trama, una bolsa de basura que cae por una ventana desencadena un fatídico equívoco en el que se ven implicadas varias personas.

Ramis se creó un perfil de Facebook para inspirarse con los comentarios de la gente y comprobar la "necesidad de vanidad, de ego y de ver la reacción" que tienen tus palabras en los otros para sentirse, como niños otra vez, el centro de atención.