JOSE DE ANCHIETA nació el 19 de marzo de 1534, año de la fundación de la Compañía de Jesús, en Canarias, concretamente en San Cristóbal de la Laguna (Tenerife). Hijo de un hombre rico fue enviado a la prestigiosa Universidad de Coimbra, a la edad de 15 años, junto con su hermano mayor Pedro. Estudió latín, retórica y filosofía en la Escuela de Bellas Artes, donde pronto destacó por sus composiciones poéticas. De temprana vocación religiosa, en 1551 ingresó en la orden jesuita. Desde niño sufría una escoliosis, por lo que sus superiores pensaron que el clima de Brasil le beneficiaría y fue enviado a Bahía en 1553. Al año siguiente, Anchieta fundó junto al padre provincial Manuel de Nóbrega una aldea misional en Piratininga, que fue el germen de Sao Paulo. Precisamente en la fiesta de San Pablo se inauguró un modesto colegio, en el que José de Anchieta enseñó gramática tanto a los hijos de los portugueses como a los nativos. De gran facilidad para los idiomas, Anchieta aprendió rápidamente el tupí-guaraní hablado por los indios, y escribió la primera gramática de la lengua tupí, así como el primer catecismo cristiano escrito en una lengua nativa del continente americano. También hizo el primer diccionario, además poesía, obras dramáticas, cantos y sermones. Estudió todo lo relacionado con las plantas y la fauna de la región, e incluso aprendió a usar con éxito la medicina natural practicada por los indígenas. De hecho se convirtió en el primer autor de literatura médica en Brasil, con unas extraordinarias descripciones de enfermedades y técnicas indígenas de curación. Sin todavía haber sido ordenado sacerdote, enseñó el evangelio a los hijos de los indígenas, quienes se convirtieron a su vez en evangelizadores de su pueblo. Fue ordenado sacerdote en 1566, momento en que acompañó de nuevo a Nóbrega en la fundación de Río de Janeiro. Anchieta se convirtió en rector del Colegio de Río, fundó el Hospital de la Misericordia y evangelizó a nuevas tribus indígenas. En 1577 Roma le nombró Provincial de todos los jesuitas de Brasil. Desde entonces hasta su muerte, su labor apostólica fue inmensa. Anchieta murió el 9 de junio de 1597. Venerable desde 1617 por sus virtudes heroicas, el jesuita canario fue beatificado por Juan Pablo II el 22 de junio de 1980, siendo celebrada su memoria por la Iglesia cada 9 de junio.