"El retrato de un hombre", obra de la colección del Metropolitan Museum of Art reatribuida a Velázquez, se podrá contemplar, previsiblemente, junto al emblemático cuadro de "Las lanzas" del maestro sevillano que se conserva en el Museo del Prado "en una oportunidad fascinante" que Thomas P. Campbell, director del museo de Nueva York, está seguro se producirá.

La noticia de la reatribución de la pintura a Velázquez se conoció hace pocos días y ha supuesto para el museo neoyorquino un gran acontecimiento sobre el que Campbell ha hablado pocas horas antes de participar en la primera Cátedra del Museo del Prado.

Aunque el director ha reconocido que quedan muchos interrogantes abiertos, lo que hace especialmente interesante la obra es que sea un estudio, un trabajo preparatorio, de una de las figuras que aparece en la parte derecha de "La rendición de Breda" o "Las lanzas", uno de los cuadros más famosos de Velázquez, pintado en 1634-35.

La identidad de esta figura que está mirando hacia el exterior, estableciendo contacto visual directo con el observador en una pose que podría sugerir ser un autorretrato, aunque no se ha determinado con seguridad. Esta posibilidad debe contemplarse con detenimiento, según Campbell, quien considera que tanto la figura que aparece en Las Lanzas como la del Metropolitan son más esbeltas que el autorretrato de Velázquez de Las Meninas, que refleja un hombre más mayor. "Pero todos los elementos de las facciones tienen una similitud muy grande. Hay que poner en marcha la maquinaria forense".

La obra llegó al Metropolitan en 1949 como un Velázquez, pero años más tarde los expertos consideraron que pertenecía al taller del maestro. El cuadro se llevó a los talleres de conservación con motivo de la catalogación de la colección de pintura española. "El director de conservación empezó a tener sospechas, vio que había un sobrebarniz muy grueso encima del cuadro, que había retoques".