La coreógrafa y bailarina Pina Bausch murió esta mañana a los 68 años de forma "inesperada y rápidamente" tan sólo "cinco días después de haberle sido diagnosticado un cáncer", informan fuentes de la compañía Tanztheater Wuppertal donde trabajó la artista a lo largo de más de treinta y cinco años y con la que el pasado domingo actuó en la ópera de esa ciudad germana.

Considerada una de las principales bailarinas contemporáneas, Bausch nació en Solingen, Renania del Norte, Westfalia, en 1940. Se formó primero en la escuela de Folkwang de Essen (oeste), bajo la dirección del coreógrafo Kurt Jooss y Sigurd Leeder y posteriormente en la Juilliard School of Music de Nueva York de la mano de maestros como Anthony Tudor o Mary Hinkson. Pina Baush fue contratada luego por el New American Ballet y el Metropolitan Opera de Nueva York.

En 1969 se convirtió en la directora artística del nuevo ballet Folkwang, donde firmó su primera coreografía, ''Fragmento'', basada en una música del compositor húngaro Bela Bartok. Desde 1973, Pina Bausch dirigía la compañía Tantztheater Wuppertal con la que ha viajado por todo el mundo.

Bausch estuvo en España en diversas ocasiones, las más recientes en 2006 en el Teatro de la Zarzuela, en el marco del Festival de Otoño, con la coregrafía ''Nefés'' y el año pasado, también dentro de este certamen, con ''Vollmond'' (''Luna llena'').

Otras de sus obras más conocidas fueron ''Consagración de la primavera'', ''Ifigenia en Táuride'', ''Los siete pecados capitales'', ''Claveles'', ''Ven, danza conmigo'' y ''Danzón''.

Con el cineasta manchego Pedro Almodóvar también tuvo una especial relación ya que colaboró en su película ''Hable con ella'', en 2001, con fragmentos de sus coreografías ''Café Müller'' (estrenada en 1978) y ''Masurca Fogo''. Bausch ya había tenido una experiencia cinematográfica en 1982 de la mano del realizador italiano Federico Fellini en su película ''Y la nave va'' y ella misma escribió el guión y dirigió ''La queja de la Emperatriz''.