Es uno de los culpables, puede que el principal, de que dentro de unos días se hable más de la cuenta en Tenerife de "Alien", la revelación cinematográfica que tuvo Ridley Scott hace treinta años, y todo lo que rodea a una obra maestra de la ciencia ficción que será ampliamente analizada en el tercer Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife que se celebrará del 20 al 26 de julio en diferentes espacios culturales del área metropolitana. "Fimucité ha logrado que algunos sepan situar a Tenerife en un mapa", asegura el compositor

Diego Navarro (1972) en referencia a la dimensión adquirida por este proyecto en sus casi tres años de vida.

-¿Fimucité está creciendo conforme a lo esperado?

-Su evolución está siendo gigantesca. Es increíble que un festival de formato reducido haya acumulado tanta efectividad en tan poco tiempo. Fimucité ha logrado que algunos sepan situar a Tenerife en un mapa. Igual no me creen, pero, antes de que empezara a andar todo esto, había muchos productores en Hollywood que no tenían ni idea de dónde estaba Canarias. Algunos, incluso, nos ubicaban en la zona de Bahamas o México.

-¿Cuál es la mayor virtud del festival?

-Haberse acercado a todos los públicos. Fimucité no es un congreso para melómanos ni se hace pensando en un público en especial. El secreto de su éxito radica en que es una experiencia gratuita en la que la gente puede escuchar las impresiones de estrellas mundiales que se dedican a crear bandas sonoras para los mejores.

-Música y cine son una única cosa pero, ¿usted sería capaz de imaginar escenas sin el apoyo de una partitura?

-Eso es algo imposible de imaginar; creo que no. El cine nunca se podrá entender sin la música porque es lo que transmite las emociones y las sensaciones. Toda película que se precie tiene que tener una buena banda sonora que realce la labor del director, realizador y guionista.

-Hablando de guionistas, hace poco la industria del cine sufrió un conflicto laboral asociado con ellos. ¿Cree que una huelga de compositores tendría las mismas consecuencias?

-Quiero pensar que sí, pero no estoy seguro. Yo viví la huelga de los guionistas en Los Ángeles y el conflicto tuvo una enorme repercusión en los medios. Mis únicas dudas las generan las músicas de librería, esas que tienen un coste terroríficamente económico y que dejan de lado a los compositores. Los guiones no te los puedes bajar de la red. Hace falta gente que los escriba y los mueva. La música, en cambio, circula sin ningún control por internet y resulta muy fácil traficar con ella. Esa es la diferencia.

-¿Las dos "caras" de internet?

-Sí. Por un lado es maravilloso ver cómo se suceden esos adelantos tecnológicos, aunque en el otro extremo está la piratería y todo lo que se deriva de una práctica que menoscaba la labor de un compositor. Todo obedece a una crisis de valores de grandes proporciones a partir de la cual muchos creen que con un "click" se pueden hacer dueños de una música que no les pertenece. Está claro que hay que adaptarse a los tiempos que corren, pero aún tenemos margen para tratar de enderezar este asunto. Se ha perdido la conciencia de entrar en una tienda para comprar un disco; lo más cómodo y barato (o gratis) es bajarlo de tu ordenador. Tenemos que buscar el equilibrio entre la utilidad y la legalidad.

-¿Cuántas veces una película ha sido "salvada" por una buena base musical?

-Salvó y continuará salvando a muchas películas. Un director que quiera presumir de un buen trabajo necesita que un compositor haga algo original que se adapte al contenido de su historia.

-¿Otras se habrán estropeado por una mala banda sonora?

-Muchísimas. En tanto tiempo es normal que haya visto y escuchado cosas terroríficas. Músicas que no empastan con la imagen y que producen el mismo efecto del agua sobre el aceite, es decir, que se repelen. Hay que seguir dignificando el papel tan decisivo que tienen las bandas sonoras; entender que un compositor debe exprimir su cerebro y su corazón hasta tener en sus manos lo mejor que sea capaz de dar porque de su trabajo dependerá el éxito o el fracaso de una película.