¿Por qué no gustan los viejos?

Siempre no fueron así,

también fueron jóvenes y bellos,

algunos como el mejor,

pero al pasar de los años

todo se vuelve peor.

Es la historia y la

rutina de la vida:

los niñitos son muy bellos,

los jóvenes aún más,

pero al llegar la vejez

todos le dan para atrás,

nadie les quiere atender.

¿Por qué no piensan los jóvenes

que si Dios les diera vida

también así se han de ver?

Y querrán más atenciones,

y eso pudieran hacer,

para que luego no se arrepientan,

que pudieron aprender

a respetar su futuro,

a su futuro lejano

que ese será, la vejez.

Consecuencia moral de esta fábula:

cuidar con cariño y atención a la vejez,

a las personas mayores, por si Dios les

diera mucha vida a los jóvenes también

así se han de ver y muchos cuidados

y cariño quisieran tener.

Mª del Carmen Pinto Dorta