El rimar es grato, ilusiona y da vida
Con festiva y mesurada sensibilidad
prendo con entusiasmo el ordenador
quiero trabajar como iluso trovador
que rimar le reporta gran emotividad.
Emotividad que colma la sana avidez
de un hobby sutil, ameno y divertido
por lo que el espíritu ha conseguido
satisfacciones con deleite y placidez.
Placidez de gozo para un octogenario
un aliciente más en su vida cotidiana
que con una familia de moral cristiana
se siente feliz de modo extraordinario.
Y concluye esta poética composición
versificada de forma sincera y natural
como cree disfrutar de Ayuda Espiritual
da Gracias a Dios, con fiel veneración.
Alfredo Álvarez Reverón