El documental "Mercedes Pinto, la poetisa canaria", dirigido por el director tinerfeño David Baute, se estrenó ayer en el teatro Leal de La Laguna con la presencia del actor Gustavo Rojo Pinto y de Alejandra Rojo, hijo y nieta, respectivamente, de la artífice de "Él", que vinieron expresamente de México para acudir a la presentación.

La proyección, enmarcada dentro de las actividades correspondientes a la celebración del Día de las Letras Canarias 2009, que rinde homenaje a Mercedes Pinto, ofreció, a lo largo de sus veinticinco minutos de duración, un compendio de entrevistas con las personas que la conocieron.

Ante el público que llenaba el recinto, Baute dirigió unas breves palabras de introducción, tras las cuales el corto mostró a sus primeros espectadores cómo la autora reveló su personalidad a través de obras literarias, textos periodísticos y discursos públicos. Los entrevistados coincidieron en catalogar a Mercedes Pinto como una de las primeras feministas. En el conjunto de testimonios vertidos por familiares, allegados e investigadores se deslizaron, además, aspectos reveladores, entre ellos la gestión que la escritora realizó ante las autoridades de Uruguay para salvar a los judíos que iban a bordo de un barco rechazado por diferentes gobiernos.

Horas antes del estreno de la película, Gustavo Rojo manifestaba a EL DÍA su emoción por "regresar a las Islas donde pasaron tantas cosas que mi madre me contó. Venir al lugar en el que ella nació y vivió es una suerte de peregrinaje. Es maravilloso visitar los lugares que para mí son santos, y vivir en primera persona cosas que yo tenía atesoradas como una especie de Ilíada".

"Este reconocimiento ha hecho florecer de nuevo con gran ímpetu la figura de Mercedes Pinto. Durante muchos años su nombre no era muy conocido. Hasta ahora no había sido profeta en su tierra", subrayó el único hijo vivo de la escritora isleña.

Interrogado sobre la memoria que guarda de su madre, respondió que "la recuerdo como una madre que satisfizo todas nuestras necesidades. No recuerdo que nunca estuviera ausente. A pesar de llevar la antorcha de sus ideas por diferentes países, supo ser esposa y madre amantísima. No la recuerdo como una persona lejana, como una deidad extraña del Olimpo, sino como una mujer muy cálida y cariñosa, como un ser humano repleto de amor y de humor".

Tras el pase de la película se celebró una mesa redonda en la que se analizaron diversos aspectos de la vida de Mercedes Pinto, coloquio que reunió a Gustavo Rojo con la investigadora canaria Alicia Llarena y el director del filme, David Baute, quienes respectivamente glosaron las facetas humana, literaria y cinematográfica de la autora homenajeada.