Tiene claro que con la panorámica económica de 2009 no hay demasiado margen para las alegrías. Que el presupuesto entregado desde la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de La Laguna recomienda kilos de imaginación para apostar por las tres b. Bueno, bonito y, si es posible, barato. Javier Jiménez Mendoza (1976), director artístico del teatro Leal, repasa el día a día de un centro cultural cuyo corazón ha vuelto a latir tras un espeso y, a veces, controvertido periodo de rehabilitación.

-¿Cómo han sido los primeros cuatro meses del nuevo Leal?

-Si tuviéramos que realizar un análisis del primer cuatrimestre, el balance sería tremendamente positivo. El público generó unas expectativas que han quedado cubiertas con una programación variada; una propuesta ecléctica que ha abierto las puertas del teatro Leal a todas las artes escénicas que se ajustan a una línea de trabajo que no quiere ser excluyente.

-¿Entonces, existía la necesidad de abrir las puertas de este recinto cultural tan emblemático para la ciudad de Aguere?

-La Laguna estaba reclamando que el corazón del Leal volviera a latir. Nadie sería capaz de omitir que hacía años que la ciudad estaba huérfana de un espacio escénico de categoría. Afortunadamente, todavía nos estamos aprovechando de la curiosidad del público. Tanto los que acuden a las funciones como los que entran al edificio para ver los resultados del proceso de restauración.

-Nunca sobran lugares para la cultura, pero en breve volverá el Paraninfo de la ULL. Otro histórico que se apunta a la difusión de las artes escénicas del siglo XXI desde La Laguna.

-No sólo el Paraninfo, también el proyecto que quieren llevar a la práctica en los multicines Aguere si, finalmente, consigue salir adelante a medio plazo. Es interesante contar con espacios que se puedan complementar no sólo en La Laguna, sino en el área metropolitana u otros puntos de Tenerife. No queremos competir con nadie y sí provocar sinergias culturales que puedan ser aprovechadas por el público que esté interesado por las propuestas escénicas del Leal. La situación económica actual es otro condicionante para buscar las alianzas entre la administración y el empresariado. Hay que abaratar los costes de una producción.

-¿El Leal mirará de reojo al Guimerá o el Auditorio de Tenerife o, en cambio, apostará por una línea de trabajo personalizada?

-Tenemos que mirar lo que hay fuera y lo de dentro para medirnos entre comillas, con otros espectáculos que se están representando en la isla de Tenerife, aunque solamente sea por el hecho de no ser repetitivos con un arte escénico en concreto. Al final, el Guimerá, el Auditorio o El Sauzal tendrán su programa y lo desarrollarán de la mejor manera posible.

-¿Cómo solucionará el Leal la falta de recursos económicos de la Administración Pública?

-Con mucha imaginación para acertar a la hora de cerrar una contratación. Hay que traer espectáculos vistosos y baratos. El teatro Leal es la única referencia escénica real que existe hoy en La Laguna y el público que acude a él es bastante heterogéneo. No queremos convertir este espacio escénico en un lugar elitista ni reduccionista. Sin embargo, entiendo que este año la cultura tenga que apretarse más el cinturón por la crisis económica. La prioridad la tienen los proyectos sociales.

-La danza no ha tenido por el momento mucho protagonismo en la programación, ¿se tratará de corregir este déficit?

-La idea es que tenga el mismo protagonismo que otras artes escénicas, pero no solo la danza clásica o contemporánea, sino otras "performances" y propuestas rupturistas con el atractivo necesario para captar la atención del público. Es verdad que durante los primeros meses hemos incidido mucho en otros géneros como la música y el teatro, pero no nos hemos olvidado de la danza ni de otras expresiones artísticas que serán importantes en distintos periodos del año.

-¿En enero, por ejemplo, se ha apostado por el teatro?

-Y por la música. Al margen del concierto de Andrés Molina (que se celebró el viernes), también se ha cerrado la actuación de Troveros de Asieta (24 de enero). Esta semana tenemos a los componentes de Teatrofia, que representarán la obra "Echando raíces" (23 de enero) y, por último, el 30 de enero la compañía 2RC pondrá en escena a Lope de Vega con "El perro del hortelano".

-¿Da la sensación de que se mirará mucho a la producción canaria?

-Sería un crimen no mirar a las propuestas de aquí, pero el planteamiento que se tiene en la Concejalía de Cultura es bastante más ambicioso. La idea es que el Leal albergue estrenos de producciones canarias o, en todo caso, espectáculos que empiezan a rodar en el circuito tinerfeño. La inventiva y, sobre todo, la complicidad que se pueda tener con los artistas son dos elementos fundamentales en esta promoción cultural, aunque eso no significa una renuncia al mercado nacional e internacional que esté al alcance de nuestras posibilidades económicas.

-¿Está siendo complicado buscarse un "hueco" en la agenda cultural tinerfeña?

-La ventaja que tiene el Leal con respecto a otras ofertas culturales de reciente creación es que es un viejo conocido, es decir, que parte de su promoción se hizo en el pasado y tiene una historia de peso no sólo en la sociedad lagunera. Lo que ocurre es que el aval que te dan los años se puede convertir en aire si no se consigue una programación continua que atienda las demandas del público.

-Antes hablaba de la curiosidad ciudadana por conocer una propuesta arquitectónica novedosa. ¿Esa intriga se puede convertir en una clientela fiel?

-Hay que saber combinar estas dos facetas. Mirar al Leal como un conjunto arquitectónico que le da más belleza a la ciudad pero, a su vez, tenemos la obligación de enseñar a consumir arte. El Leal es un teatro que está en La Laguna, pero que tiene una perspectiva insular y, por lo tanto, está abierto a todas las personas que quieran disfrutar con su programación.

-¿Habrá ciclos especiales para el público infantil?

-Siempre existirá la posibilidad de dinamizar aspectos escénicos que van especialmente dirigidos a los colegios y a los familiares de los niños, pero todo dependerá de las opciones económicas y la disponibilidad de los artistas que trabajen para este sector específico. Insisto, no estamos en condiciones de excluir espectáculos que sean de interés para los ciudadanos. Soy consciente de los errores que aparecen en un espacio nuevo, pero hay interés por solucionarlos. Sólo con rodaje se podrán eliminar los pequeños desajustes que se pudieron observar en la puesta en marcha de un edificio que con el paso del tiempo tiene que ser el motor cultural de la ciudad. El propulsor de un gran puzzle artístico cuyas piezas están aún por encajar.

-¿La idea, pues, es abrir el teatro Leal a cualquier manifestación artística?

-El Leal aspira a convertirse en un edificio multiusos que no solamente reciba a las artes escénicas, sino que también pueda combinar otro tipo de propuestas culturales asociadas a la pintura o escultura. Incluso, se pueden buscar bloques temáticos donde se combinen las exposiciones con representaciones.