La Orquesta Filarmónica de Viena y el director Lorin Maazel retornan a Canarias, donde hoy inician su andadura en la XXV edición del Festival de Música con la interpretación de "El anillo sin palabras". Se trata de un arreglo del propio Maazel, basado en la legendaria Tetralogía escénica de Richard Wagner, que podrá escucharse a las 20:30 horas en el Auditorio de Tenerife y, el próximo domingo, en el Alfredo Kraus de Las Palmas

Lorin Maazel, el primer director no alemán en dirigir un ciclo completo de "El anillo del Nibelungo" en Bayreuth, compuso este poema sinfónico sobre escenas de la magna obra de Wagner con el fin de poner de relieve la excelencia de la partitura orquestal del compositor alemán, uniendo cinco pasajes de "Rheingold" ("El Oro del Rin"), seis de "Die Walküre" ("La Valkiria"), cinco de "Siegfried" ("Sigfrido") y otras seis de "Götterdämmerung" ("El ocaso de los Dioses"). Maazel aborda este desafío sin apenas reescribir el original, consiguiendo un discurso musical cuya duración estimada es de 75 minutos.

La síntesis, además, sigue por propio imperativo de Maazel el orden cronológico: de "El oro del Rin" hasta "El ocaso de los dioses", y especialmente relevante para este trabajo fue la elección de las partes no cantadas.

Para llevar a cabo este reto, Maazel tendrá a su disposición una de las orquestas más importantes del mundo: la Filarmónica de Viena, que vuelve a traer su leyenda al Festival de Música de Canarias, donde decepcionó a un sector de los melómanos en su primera visita y que ahora, once años después, tendrá ocasión de resarcirse, de nuevo bajo la batuta de Maazel, quien desde 2005 comparte con Zubin Mehta la titularidad del podio del Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia.

Al aceptar en 1965 la dirección artística de la Deutsche Oper berlinesa, Maazel asumió el encargo de reponer en el repertorio del teatro la Tetralogía wagneriana, que no había sido representada en la ciudad desde antes de la II Guerra Mundial. "Fue entonces -recuerda el actual director de la Filarmónica de Nueva York- cuando comprendí plenamente la profundidad de la visión de Wieland (Wagner), particularmente en lo que atañe a la Tetralogía. En efecto, la partitura orquestal es el Anillo mismo".

En su nueva visita a Canarias con la Filarmónica de Viena, Maazel repite en cierto modo el esquema de los programas presentados en la edición de 1998. Por un lado, una obra propia, si por tal se entiende su recreación de Wagner (hace once años presentó su "Música para flauta y orquesta") y, por otro, una sinfonía de Gustav Mahler: entonces fue la "Primera", interpretada en el teatro Guimerá, y ahora la "Séptima", que dirigirá mañana en la Sala Sinfónica del Auditorio santacrucero, que acoge por vez primera en su historia a los filarmónicos vieneses.