La semana comenzó con una reunión al más alto nivel que, bajo la presidencia de Fernando Clavijo, desbloqueaba y aceleraba las inversiones más urgentes en obras públicas para Tenerife como clara muestra de que la necesidad es imperiosa y que las colas y atascos no pueden perpetuarse como una postal de la Isla. EL DÍA daba cuenta, en su edición del martes, de esa reunión, en la que también figuraban el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, y el vicepresidente del Gobierno y consejero de Obras Públicas y Transportes, Pablo Rodríguez. Y es que Tenerife ha soportado los recortes en inversiones como ninguna otra isla, sus vías se han quedado pequeñas, mientras que el volumen de tráfico ha ido aumentando. Los colapsos son constantes, de eso saben todos los tinerfeños, y sorprenden a los de fuera, que relatan cómo nunca han visto, ni por supuesto en otras islas, esos atascos y a miles de conductores atrapados en las carreteras. Desde hace mucho tiempo la reivindicación es constante y clara, pero han primado las excusas y la escasez de partidas presupuestarias, lo que no ha sido obstáculo para seguir trazando fases en la circunvalación de otras capitales isleñas o en carreteras de montaña que adelantan incluso su ejecución hasta en doce meses. Mientras, los tinerfeños que cada día madrugan más, con la esperanza de tardar lo menos posible hasta su destino y de que "no les pille la cola" habitual en las carreteras. Es hora de llevar a cabo esas inversiones que son absolutamente necesarias, de no darle más vueltas a la construcción del tercer carril de la TF-1, tramo San Isidro-Las Américas, enlace Las Chafiras-Oroteanda, donde los problemas de tráfico afectan también a la autopista TF-1, ya que las retenciones llegan hasta sus carriles. Pero no es esta la única obra urgente. Ocurre lo mismo con el carril bus-VAO de la TF-5, un proyecto del que mucha gente desconoce hasta su significado. Tenerife necesita de estas actuaciones. La economía, en general, y el turismo en particular demandan que se pase de las palabras y promesas a los hechos. Esperemos que el responsable del departamento, Pablo Rodríguez, no se deje llevar por los cantos insularistas de algún dirigente de su isla que quiere frenar estos proyectos apelando a un falso equilibrio.

Y este asunto puede ir relacionado con los datos del paroque hemos conocido esta misma semana. En Canarias bajó el desempleo en 2.096 personas, de las que 1.695 estaban inscritas en las oficinas de la provincia de Las Palmas, mientras que solo 401 de las que figuraban registradas en las de Santa Cruz de Tenerife encontraron empleo. ¿No podría ser la contratación de personas para obras públicas una de las soluciones a la carencia de trabajo? ¿No es este un motivo más para desbloquear esos proyectos y que se conviertan en nichos de contrataciones?

Esta ha sido la semana de la Constitución, con su día de conmemoración el pasado día 6, en el que Canarias sigue reclamando un mejor encaje en dicho texto. Vivimos tiempos de reformas legislativas y de modernización de la Carta Magna, para incluir la forma de vivir de los ciudadanos de hoy. Pues ahí es clave que tengamos nuestro apartado, que el REF se vea respaldado con su reconocimiento y que la referencia a estas Islas comprometa a un Estado que unas veces nos olvida y en otras solo nos ve como un recuadro por debajo del Estrecho. Y no somos ni una cosa ni la otra, de ahí la necesidad del reconocimiento constitucional.