Por sus airosos volúmenes y dignos materiales, la Hispanic Society of America destaca entre los rascacielos de Manhattan y perpetúa el sueño de un millonario fascinado por un país que conoció y amó a caballo de los siglos XIX y XX. Archer Milton Huntington viajó por Europa recién graduado y, después de un intenso recorrido por los lugares de interés paisajístico e histórico y todos los museos y centros culturales, eligió la frontera sur del Viejo Mundo para una aventura personal sin precedentes que, en primer lugar, le llevó a "renunciar a ser más rico" y a dedicar su fortuna a la adquisición de telas de los maestros españoles que le encandilaron en El Prado -El Greco, Velázquez, Ribera, Murillo- y, después, a buscar con rigor y paciencia, en los mercados y subastas europeas, restos materiales y artísticos de todas las civilizaciones que se sucedieron en la Piel de Toro.

Por decisión propia y como "muestra de respeto", rehusó adquirir piezas en España, entonces expoliada en su patrimonio y, aún más, puso a las autoridades sobre la pista de obras de arte metidas en un tráfico ilegal que nutría a instituciones y colecciones privadas del exterior. En sólo cuatro décadas conformó una colección de más de veinte mil elementos que van desde el Paleolítico hasta el siglo XX, entre los que destacan pinturas, esculturas, restos arqueológicos, cerámicas y orfebrerías, textiles y artes suntuarias, cartografía y documentos públicos.

Logró también una soberbia biblioteca con "cuanto se había escrito sobre España en todas las lenguas europeas", una curiosa antología de ejemplares raros, doscientos mil manuscritos y doscientos cincuenta incunables y, en paralelo, impulsó una eficaz labor divulgativa con impresión de facsímiles y ediciones comentadas -ahora también en formatos digitales- que permiten el acceso de los estudiosos y especialistas a sus ricos fondos.

Inaugurada en abril y abierta hasta septiembre, los tesoros de la Hispanic Society animan y enriquecen la temporada madrileña, nos sorprenden por su calidad excepcional y nos ponen en la pista de una persona singular que sumó a sus grandes recursos la inteligencia, sensibilidad y rigor con los que cuajó el proyecto de su vida y la pasión con la que descubrió a sus compatriotas "las claves y grandezas de una tierra e historia únicas".