De medios. La que padecen nuestras fuerzas de seguridad (Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil). No son pocas las veces que hemos podido leer las denuncias efectuadas por organizaciones o asociaciones de tales cuerpos respecto a la escasez de recursos y personal.

El pasado día 17 podíamos leer en este periódico cómo la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ponía en conocimiento de la opinión pública la "inexistencia de internet en algunos cuarteles de la provincia tinerfeña y la carencia de navegadores en los coches patrulla". De tal forma que en bastantes casos han de usar sus particulares medios telefónicos para ejecutar su trabajo. En esta ocasión, y en otras anteriores, hemos tenido conocimiento de cómo algunos agentes (de distintos ámbitos) han tenido que dotarse de chalecos antibalas, a sus expensas, al no disponer de suficiencia de ellos en los respectivos cuerpos. Y luego, además, la superioridad les prohíbe su uso "por no ser reglamentarios".

De personal. Prácticamente todos los cuerpos carecen de personal suficiente y necesario para atender el cometido que la sociedad demanda y a la que se esfuerzan en servir.

De salario. Por lo oído en distintas ocasiones, venimos a conocer que nuestras fuerzas de seguridad nacional (Guardia Civil y Policía Nacional) están deficientemente remuneradas. No parece lógico dado el servicio que prestan.

Mientras estas cosas ocurren, nuestros representantes políticos (porque les hemos conferido el voto a tal fin) gozan de medios, emolumentos y canonjías que en la mayoría de los casos no se merecen, a juzgar por lo que hacen y cómo lo hacen. Y sin correr riesgo alguno. Y si hacen algo mal y tienen que pleitear, los gastos siempre corren a costa de los impuestos que los ciudadanos pagamos.

Y puestos a precariedad de personal, me parece que no está de más preguntarle a don Roberto Moreno, en tanto que director general del Servicio Canario de la Salud (SCS), por qué faltan tantos profesionales (médico, enfermería, auxiliares) en el servicio que él dirige y que motiva las insufribles listas de espera que se producen a pesar de las derivaciones, agendas no abiertas, interconsultas virtuales... Claro que esperar contestación del Sr. Moreno es tiempo perdido. Como perdido es el tiempo o la ilusión de hacer efectivo lo que la cartelería en el SCS te indica de "más vale prevenir que curar", o "si no puede asistir a su cita cancelela llamando al teléfono..." ¡Qué de prevenir, si la cita para curar ya vemos por dónde anda! ¡Qué de cancelar cita, si nadie te coge el teléfono porque no hay personal a tal fin! Y así vamos.

Pese a tales cosas, o quizás por ello... ¡Feliz Nochebuena para todos!