El Ayuntamiento de Santa Cruz ha sucumbido a la enloquecida presión de los animalistas. Acobardados por el qué dirán, nuestros políticos capitalinos van a subir a los reyes magos a una carroza de carnaval. Me parece una vergüenza. Quizás ustedes puedan pensar en qué más da este asunto de los camellos, pero no es sino una patada más en el escroto del bien común. A poco que ellos presientan que algún vecino se las pueda liar, se echan atrás. Pero en todo. Da igual la iniciativa: ocurrió con Vilaflor, con la vía de Ronda, con el muelle de Granadilla, con las carreteras... Ocurre cada día.

Santa Cruz no es ajena a una manera de gobernar en Tenerife que lejos de liderar lo social, se apunta a frenar el órdago que le puedan lanzar cuatro gatos. Tenemos unos políticos fácilmente subyugables y así les va, a ellos y a nosotros. Y creo que como ciudadanos debemos exigirles mucho más.

Me temo que somos demasiados los que estamos ya cansados de esta dinámica facilona de gestionar lo público, en la que no se acomete nada para que nada salga mal. Este año verán a Melchor, a Gaspar y a Baltasar en una carroza de carnaval, y digo verán porque yo me voy a La Laguna. De esto al coche engalanado quedan dos telediarios. Qué penita de ciudad.

@JC_Alberto