Adiós a las ilusiones de Ricardo Melchior. Trump ha ganado. Desde que el presidente Clinton viniera a Tenerife, allá por el año 2005, se ha nos ha estado trasladando una idea que no pocos tachan de enloquecida. Cuenta que Canarias sería convertida en oro después de que Bill Clinton, y sus correligionarios demócratas, en-tendieran que sin nuestras islas la conquista económica que los EEUU pretenden hacer de África, sería prácticamente imposible. Y, ciertamente, parece algo insólito. Su conquista ya ha comenzado y desde entonces, con sucesivos gobiernos demócratas, no se nos ha hecho ni puñetero caso.

Clinton contó a Melchior, hace casi doce años, que este era "el lugar que el mundo necesitaba para llegar a África". No me parece un delirio de Melchior, me parece un delirio de Clinton. Será por falta de lugares. En aquella visita de alto copete nuestro entorno pudo departir con el que fue el hombre más poderoso del mundo y este fijarse en nosotros; y fue gracias a Ricardo Ricardo Melchior.

Hoy, desde Juan Verde hasta Ricardo Melchior, todo interés canario yace desolado. Sin ser indispensables, sí que teníamos una veta por la que colarnos en el trasiego de intereses. El matrimonio Clinton al menos nos conocía; Trump no sabe ni que existimos.

@JC_Alberto