El nacionalismo como teoría y praxis política es una de las ideologías dominantes aun mas que el liberalismo, socialismo o el populismo en sus mejores circunstancias. Otra cuestión es que este nacionalismo desarrolle su actividad ideológica en territorios concretos llegando estos al termino deseado cual es la construcción nacional de los mismos.

Existe una fase que en muchas ocasiones se eterniza que los teóricos denominan "protonacionalismo" donde coexisten no solo la simbología, los proyectos, la historia , los congresos y debates que no llegan a la conclusión , como hemos mencionado, a la construcción nacional de un pueblo sino que el discurso queda al desnudo, en un empalidecido bosquejo, en una idea muerta aunque se le rinda tributo como si de un gran logro se tratara.

Pero alejándonos de este protonacionalismo , la nación puede tomarse en cuenta y casi se puede decir de su existencia cuando las formulaciones nacionalistas ganan eco entre amplios segmentos de la población mas allá'' de la coyuntura política del momento.

Y como principio fundamental el tiempo potente del nacionalismo puede considerarse aquel que se traduce cuando una nación que pretende ser verifica su razón política a través del discurso nacionalista permanente y de la suma de voluntades

.Puede creerse porque lo asumen unos cuantos que la nación existe sin mas , pero si esto no se universaliza se puede convertir en una simple farsa con el gran riesgo de un pinchazo de envergadura en todos sus términos tanto de gobernabilidad, de proyectos y de cautivar el entusiasmo común.

Dentro del escenario político cercano, el tiempo del nacionalismo catalán esta'' llegando a su estación terminal cual es la revivificación de Cataluña como nación y que busca el refrendo de la mayoría. Cuestión firme y consecuente a lo largo de su historia afianzada en el reinado de Felipe V que abolió'' todo aquello que pretendiera reforzar la identidad catalana.

El nacionalismo vasco que tiene mas de un siglo de existencia ha seguido afianzado por una amplia voluntad de nacionalistas vascos que han empujado hacia la consolidación de su territorio como nación por lo que están en su tiempo de percibir que las metas se acercan .

Y en el nacionalismo canario hay una esperanza palpitante de que al fin llegue su tiempo y se apueste decididamente por desarrollar la idea que Canarias por historia, y por geografía no debe quedarse como testigo mudo de nuestro propio mundo y si pelear por romper los cercos atávicos que muchas veces no han impedido avanzar

Estamos en el tiempo de diseñar, y hay que lograrlo, con un amplio consenso que es lo que pretendemos, los nacionalistas. No solo debe reducirse a la aprobación de un estatuto que duerme a las puertas del congreso, sino pensar Canarias con una nueva dimensión que entusiasme y comprometa.