Las Teresitas. Playa que un día fue de arena negra (cuando la había). Playa que luego pasó a ser de arena traída del Sahara, cuando todavía España tenía potestad sobre aquel territorio. Playa que más tarde ha sido fuente de conflictos políticos en el seno del Ayuntamiento de Santa Cruz. Playa y entorno que ha sido objeto de un pelotazo económico a donde se fueron a parar los dineros de la privatización de Emmasa; aquellos dineros que "iban a destinarse al plan de barrios".

Se ha iniciado, al fin, el juicio de amplio recorrido que habrá de dar lugar a conocer la veracidad de todo lo acontecido y las responsabilidades a que hubiere lugar. De la comparecencia de testigos surgen comentarios e interpretaciones en tertulias radiofónicas que a mí, personalmente, me producen más dudas que certezas. Y he acudir a la hemeroteca, lugar en que quedan recogidas las cosas que se han dicho a lo largo del tiempo.

De tal manera, veo que el 17 de julio de 2001 el Ayuntamiento valoraba "el frente de playa de Las Teresitas en 8.750 millones de pesetas, pese a que la Gerencia (de Urbanismo) ha recibido tres tasaciones por un valor inferior". Y la crónica de aquel día seguía refiriendo: "Además de la valoración facilitada por la Junta de Compensación, la Gerencia recibió otras valoraciones, que diferían bastante entre ellas, sobre todo la que realizaron los técnicos municipales (supongo que la llevada a efecto por la arquitecta municipal, Pía Oramas), mucho más baja que el resto porque no llegaba a los dos mil millones".

En alguna tertulia reciente he oído alguna velada crítica a Pía Oramas porque en su momento no hizo pública su tasación. Y no estoy de acuerdo con tal crítica. La tasación "que realizaron los técnicos municipales", que decía la Gerencia, era un documento interno en el ámbito de Urbanismo y con un destinatario: la Gerencia. Era, en su caso, a la Gerencia a quien hubiera correspondido hacerlo público o, simplemente, incluirlo en el expediente a debatir por la Comisión Informativa y en el Pleno.

Corriendo el tiempo, en octubre de 2013 venimos a conocer por la hemeroteca que se había aportado nueva documentación al expediente judicial. Y así, entre otros aportes, se dice que "los terrenos comprados por el consistorio en 2001 por unos 53 millones de euros ya eran propiedad municipal desde 1967". En definitiva, un galimatías que espero sepa y pueda aclarar la justicia. Pero el pueblo pagó, como siempre. Y la Caja de Ahorros de muchos tinerfeños tuvo que verse advertida por el Banco de España al haber concedido un crédito de riesgo a un empresario y un "acólito" sin los debidos avales. Era la rampa de lanzamiento de un pelotazo casi histórico.