Los últimos datos de la EPA son especialmente malos para España, con una caída de 64.600 personas en el número de ocupados. Crece el desempleo en un trimestre donde debía bajar y disminuye la población activa (la gente que está en disposición de trabajar). Aunque en Canarias los datos muestran un descenso del paro, el proceso de creación de empleo se ha quebrado en las islas en el último trimestre. Uno no puede evitar preocuparse, porque parece que el motor de este país no acaba de arrancar. Para algunos la crisis sigue tan presente como el primer día. Para 102.192 personas de Tenerife aún no hemos salido de ella.

Cualquiera de nosotros tiene en su entorno a personas que disfrutaban de una buena vida y que de repente, de la noche a la mañana, perdieron su trabajo. Sólo quien lo haya padecido o lo haya visto en una persona cercana sabe la angustia que se produce, el drama para una familia que de un mes para otro ve cómo le cambia la vida.

Tenemos miles de personas mayores de cincuenta años que están en un mercado laboral donde difícilmente se van a poder reinsertar. Tenemos a miles de jóvenes que buscan inútilmente su primer trabajo y a los que se les está pasando la juventud sin poder encontrarlo, sin poder emanciparse de casa de sus padres, sin poder empezar una vida. Tenemos padres que no pueden mantener a sus hijos e hijos que están obligados a mantener a sus padres. Aquí, en nuestra tierra, en nuestra gente, hay una guerra silenciosa que tenemos que ganar día a día, trinchera a trinchera, porque sigue causando estragos.

Somos conscientes de eso. Sabemos que el desempleo es uno de los mayores problemas con el que nos tenemos que enfrentar. Y eso exige que los políticos tengamos un compromiso mayor con los políticas de lucha contra el desempleo. Es uno de los pocos espacios donde no deberían existir charcos, ni fincas, ni recelos, ni envidias, ni electoralismos, ni otros intereses que no sean colaborar, arrimar el hombro y conseguir resultados prácticos. Pero existen. Lamentablemente existen. Existe descoordinación entre administraciones, lejanía de objetivos, burocracia y en ocasiones -el colmo- más interés por hacer publicidad de lo que se hace que por lo que se hace en sí.

El Cabildo de Tenerife se ha puesto manos a la obra con un programa denominado "Tenerife por el Empleo: Caminando Juntos", un conjunto de acciones con el que se pretende mejorar las condiciones laborales de un gran segmento de la población desempleada, mediante la potenciación de la formación, la intermediación, la inserción, el apoyo a la emprendeduría, sin olvidarnos de los sectores más perjudicados evitando así, las desigualdades salariales o de conciliación familiar.

Y todo esto ocurre sin que tengamos un marco normativo, institucional, que nos de competencias suficientes para trabajar en el frente de las políticas activas de empleo donde en teoría los Cabildos no tendríamos que hacer nada. ¿De verdad se creen que los Cabildos nos podemos esconder y no dar la cara mientras tenemos a nuestra gente en paro? Por eso se ha creado un eje de trabajo denominado Juntos por el Empleo en el que el Cabildo de Tenerife se compromete a generar las sinergias necesarias para crear ese marco institucional necesario.

Aquí tenemos que empujar todos y al mismo tiempo. Los Ayuntamientos, los Cabildos y el Gobierno de Canarias, todos los estamentos que tienen que ver con el proceso del empleo, en la misma dirección, con los mismos objetivos y coordinando esfuerzos. Sobran los protagonismos y la autodefensa para garantizar el puesto político.

En esta línea, hemos trabajado duramente con los Cabildos insulares de todas las islas para crear un pacto por el empleo donde se recojan las necesidades que actualmente existen en las islas. No nos vale una política única para todas las islas, puesto que cada una tiene unos problemas diferenciados, un perfil de desempleado distinto, unos sectores más afectados que otros. En definitiva, hablamos de siete realidades distintas pero con un problema común, que es el desempleo.

Hemos hecho críticas al Servicio Canario de Empleo y algunos piensan que criticamos a las personas cuando no van por ahí los tiros. Criticamos que no se hayan transferido competencia y recursos a los Cabildos para acercar las actuaciones a la realidad de cada isla. Criticamos que no se evalúe el rendimiento de los fondos que se emplean porque lograr 45 inserciones con 1.300.000 euros es peor que lograr 400 con el mismo dinero. ¿Qué nuevas líneas de actuación se han hecho? ¿Qué grandes ideas se han puesto en práctica? ¿Cuál es la eficiencia de los que se tienen ahora ahora?

Dicen que las transferencias en materia de empleo "no se pueden" delegar o transferir. Quienes dicen eso han entendido nada. Nos han elegido para cambiar las cosas. Para hacer que sean posibles. No hay nada que no podamos cambiar con la voluntad política y democrática de hacerlo. Los Cabildos tenemos que estar en el Consejo General de Empleo. Y también tienen que estar los representantes de Educación y de las Universidades, que son los que aportan talento. Tenemos que estar los que mejor conocemos la realidad para construir estrategias, planes, programas y líneas generales que funcionen.

Porque de eso se trata: de que funcione. Escuchaba en los medios al secretario general de CCOO decir que durante años los cursos que más se daban eran los de peluquería. Es una simplificación, pero no le falta razón. No podemos seguir así. Porque el fracaso de unos pocos en esta materia es el fracaso de muchos, el fracaso de todos. Esto no va de ambiciones políticas, ni de insularismos egoistas, ni de nada. Queremos competencias porque tenemos la responsabilidad. Queremos competencias porque nuestra gente está en paro. Queremos competencias porque necesitamos formar a los trabajadores en los sectores donde los necesitamos. Queremos competencias porque es nuestro mayor problema y solucionarlo es nuestro mejor futuro. A ver si lo entienden de una vez y se acaban los celos, los compartimentos estancos y la autodefensa. En la lucha contra el paro el fracaso no es una opción.

*Presidente del Cabildo de Tenerife