Los pequeños gestos dan la medida de los grandes espíritus. Perpetuando una costumbre ancestral, la plantilla de la empresa TITSA recibirá en las próximas fiestas de Navidad una tradicional cesta compuesta por productos propios de las fiestas y artículos de alimentación. En un perfecto ejemplo de nacionalismo patriótico, el encargo de las 1.500 cestas se ha realizado a una empresa peninsular. Las de aquí, con sus trabajadores y eso, a freír puñetas. Los responsables del asunto, cuentan, son los dirigentes de Intersindical Canaria, que es el sindicato mayoritario en la empresa. De Intersindical se decía que era un sindicato nacionalista canario. A la vista de las pruebas de su fe en el liberalismo económico y la libre competencia lo anterior es radicalmente falso como bien queda probado.