Cayo Lara también ha criticado la Reserva de Inversiones de Canarias (RIC) porque, ha dicho, no ha cumplido sus fines, que era crear trabajo. Su propuesta es que una comisión formada por el Gobierno, el Parlamento, los sindicatos y los empresarios vigile su ejecución. Son los mismos que vigilaron el funcionamiento de las cajas de ahorros de este país -las que acabaron quebradas y rescatadas con nuestros sueldos- así que de entrada no parece una buena propuesta. Lo asombroso es que todos los líderes políticos que pasan por Canarias acepten como normal que los beneficios de las rentas del capital estén legalmente exentos de pagar impuestos y nadie diga nada de hacer lo mismo con las rentas del trabajo. Una reducción del 50% del IRPF para todos los residentes canarios (como para los de Ceuta y Melilla) sería tan de justicia como la RIC. Pero como los canarios están RIP, pues ni caso.