Discrepancias. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, DRAE, es la diferencia o desigualdad que resulta de la comparación de las cosas entre sí. Y en su segunda acepción habla del disentimiento personal en opiniones o en conductas. Y a su vez, disentimiento significa no ajustarse al sentir o parecer de alguien. Hasta ahí creemos que son bastantes claras las definiciones.

Ahora vamos a poner un ejemplo para clarificarlo. Pongamos que los hechos a los que nos referimos ocurren en el año 2005. Un 21 de diciembre para hacerlo más creíble. Ese día, mientras se celebraba un Pleno en el Cabildo de Tenerife, un grupo de bomberos irrumpe en la Corporación Insular, digamos que sobre las 11 de la mañana, para reivindicar mejoras tanto de personal como de material.

Entran al Palacio Insular con bengalas y petardos, y coinciden allí con varios ordenanzas, con personal de Seguridad y con un grupo de niños que se encontraban visitando el Belén. Ellos mismos sacan a los menores, no tocan a nadie más, siguen con su protesta pacífica, pero se niegan a abandonar el Cabildo hasta pasadas las dos de la tarde.

Diez años después se celebra el juicio. Cuarenta y dos profesionales están sentados en el banquillo por un delito contra el orden público. Varios testigos corroboran la versión de los bomberos, para los cuales la Fiscalía solicita medio año de cárcel, mientras que el Cabildo se presenta como acusación particular y pide dieciocho meses.

Pongamos ahora que el grupo de gobierno de la Corporación Insular está formado por dos partidos políticos: CC y PSOE, se nos ocurren al azar. CC es el que ostenta la presidencia y el PSOE es el que lleva la Consejería de Seguridad. Y ante la acusación particular tienen diferentes posturas.

Los del PSOE salen en medios de comunicación y por su propia voz aseguran que este suceso es un espectáculo bochornoso, que sienten vergüenza, que se han enterado por otras fuentes que el Cabildo se ratifica en los dieciocho meses de prisión, que han pedido públicamente que se retire la acusación y que la decisión de continuar es política y no tiene nada que ver con ellos.

Por otro lado están los de CC, que son más reticentes a la hora de hacer declaraciones pero cuando las hacen aseguran que ellos no son competentes para archivar los expedientes a los bomberos porque fueron abiertos por el Consorcio, que tiene personalidad jurídica propia, que la decisión de continuar es puramente técnica y que si los hechos son constitutivos de delito, el Gobierno insular debe estar personado en el proceso.

Leyendo ustedes lo que han leído, ¿creen que estamos ante un ejemplo de discrepancia? Nosotros entendemos que sí. Es más, lo seguimos manteniendo y es lo que ha ocurrido durante estas semanas mientras se producía el juicio a los cuarenta y dos bomberos por la historia que les hemos relatado.

Ni más ni menos. Por suerte, la cordura llegó a una parte de los socios de gobierno que decide retirar la acusación a doce bomberos y reducir a dos meses la petición de prisión para el resto de los profesionales. Tal ha sido la discrepancia que un consejero socialista ha reconocido que la tónica general ha sido el entendimiento entre CC y PSOE y que el desencuentro que se ha dado lo circunscribe a esta situación concreta.

Pues después de este cruce de declaraciones ha bastado solo una rueda de prensa del Grupo Popular, donde poníamos sobre la mesa esta discrepancia para que ahora los cañones apunten a nosotros y se nos acuse de intentos malintencionados para socavar el pacto del gobierno del Cabildo.

Dicen que cada uno es dueño de sus actos y esclavos de sus palabras... No busquen interpretaciones deliberadas donde no las hay. Solo recuerden lo que ustedes, miembros de CC y PSOE, se han reprochado públicamente. Eso, les guste o no, se llama discrepancia. Y no lo decimos nosotros, lo dice la RAE.

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