Hay que mirar hacia el futuro, porque es el horizonte el que nos marca una ruta. Hacer planes, poner objetivos, establecer tareas, es una buena estrategia para saber hacia dónde vamos. Pero en ocasiones también es importante mirar hacia el camino que hemos recorrido para hacer balance y comprobar en qué hemos acertado y en qué nos equivocamos.

Me he puesto a revisar los deseos que tenía en mente a comienzos del pasado año. Y uno de los principales objetivos que tenía para los meses que dejamos atrás era la ilusión de que el equipo de personas que trabaja en el Cabildo fuera capaz de mantener el nivel de exigencia que habíamos alcanzado. Y lo logramos. Hemos hecho un buen trabajo. Gracias a ese esfuerzo, para este año hemos duplicado la previsión de obras a realizar en nuestra isla y vamos a multiplicar por tres el volumen de inversión. Saberlo me llena de satisfacción porque es un objetivo cumplido y porque sé que esa inversión va a tener una importante repercusión en la economía de Tenerife y en la creación de empleo.

A comienzos del pasado año expresaba también mi deseo de que quienes estábamos en las instituciones de nuestra isla, representando a los ciudadanos, aprendiéramos a discutir menos y actuar más; a abandonar el enfrentamiento inútil y llegar a consensos para poner en marcha programas de ayudas para crear empleo o para la promoción de la actividad económica y el consumo. Lamentablemente, seguimos discutiendo mucho, pero hemos avanzado en acuerdos importantes para favorecer el empleo entre quienes más lo necesitan. Hoy me siento especialmente orgulloso de un plan en el que el Cabildo ha echado el resto. Me refiero al plan de Barrios por el Empleo. Una iniciativa que comenzó en 2009 y que reforzaremos este nuevo año con nuevas acciones para la reinserción laboral a través de la formación y las prácticas. Lograr el estímulo colectivo, trabajar hombro con hombro, para salir de esos "agujeros negros" que hunden a muchas familias es el verdadero espíritu y el éxito de Barrios por el Empleo.

El esfuerzo de entidades como Cáritas, Cruz Roja, la Fundación don Bosco y otras organizaciones y empresas que participan activamente en este proyecto nos contagian de una energía positiva, que es la que debe mover a la sociedad de Tenerife y al Cabildo en particular, a ser cada vez más conscientes de que solo entre todos podremos sacar esta Isla adelante.

El Cabildo, como motor de la isla, ha seguido actuando y moviendo toda su maquinaria a lo largo del pasado año para estar donde realmente ha hecho falta, de ahí su fortaleza y cercanía incluso en los peores momentos. Ese es el espíritu que nos guiará en este nuevo ejercicio. No nos desviaremos del camino trazado, y si esta administración se ha apretado en los últimos años, el cinturón ha sido para tomar impulso y coger la fuerza necesaria que nos permita ahora empujar hacia un futuro con garantías. Necesitamos incentivar la formación, mejorar las condiciones de empleo y lograr una isla más cohesionada, y desde el Cabildo somos conscientes del trabajo que nos espera. Ese es el horizonte, el objetivo, del que no vamos a desviarnos.

Este año, cuando he visto recoger el tradicional belén que ponemos a la entrada del Palacio Insular, me he atrevido a pedir en secreto un deseo. Una ilusión. Cuando en esta casa se vuelva a colocar el nacimiento y a celebrar las fiestas de Navidad del 2015, sea quien sea quien esté aquí gobernando espero que lo haga en una isla mejor. Una isla con más trabajo. Con más desarrollo. Con más prosperidad. Y a ello habremos contribuido todos y cada uno de los que hemos trabajado con todas nuestras fuerzas para llegar a ese horizonte. Y sólo de pensar en que hayamos salido ya de tantas adversidades, me he sentido feliz por anticipado.