Las cosas no son así; están así y vamos a cambiarlas (Paulo Freire)

Tradicionalmente, en las diferentes culturas, el paso de un año a otro tiene una gran carga iniciática y simbólica que implica dejar atrás lo malo y celebrar que la vida nos regala una nueva ocasión para hacerlo mejor, para avanzar y superar lo negativo. Es momento de hacer balances y plantearnos propósitos para el nuevo año siempre con la esperanza de que lo que está por venir será mejor que lo que dejamos atrás.

Pero la alegría propia de estas fiestas que compartimos con familia y amigos no puede ser la excusa para crear ilusiones sin fundamento. No es bueno, ni es responsable, hacer pasar lo que es un deseo de futuro por una realidad inminente. Porque hacerlo desdibuja objetivos y hace imposible aunar esfuerzos e implicar a todos en la búsqueda de soluciones a nuestra realidad.

Los políticos, los gestores de lo público, tenemos muchas obligaciones con los ciudadanos. Y la primera de esas obligaciones es no mentir, ser sinceros aunque eso no sea popular. Debemos ser serios. Lo fácil, en boca de un político y a pocos meses de unas elecciones, sería hablar de un futuro inmediato marcado por un espectacular crecimiento de nuestra economía; pero yo, sinceramente, no creo que sea así. Pienso que aún tenemos por delante un largo recorrido hacia la recuperación y que, dependiendo de las decisiones que tomemos, lograremos acortarlo. Pero aún nos queda un tramo para llegar a la meta. Y hay mucho que trabajar y mucho que cambiar.

No tenemos una fórmula mágica, sencillamente, porque no existe. Pero sí creemos que la suma de muchas pequeñas medidas nos pueden ayudar a mejorar notablemente nuestras expectativas de crecimiento económico y de generación de empleo, poniendo, así, los cimientos de la transformación económica de Canarias. Tenemos claro que con las mismas recetas no vamos a lograr resultados diferentes, y también estamos convencidos de que tenemos la oportunidad de hacer cambios estructurales, de fortalecer nuestra economía y adaptarnos a los nuevos tiempos. Y así nos planteamos nosotros este 2015 que estrenamos. Como una oportunidad única para, desde la responsabilidad y siempre primando la búsqueda de consensos, comenzar a forjar un cambio real de nuestra economía.

Obviar la realidad, siempre lo he creído, es de irresponsables. Ocultarla, de cínicos. Pero, del mismo modo, digo que mantener la ilusión y la esperanza, ser optimistas, es, por encima de todo, un deber. Y tenemos un pilar enorme en el que sustentar ese optimismo y es la convicción de que con trabajo, consenso y rigor es posible cambiar nuestra actual realidad.

Una sociedad no puede cambiar su realidad si sus miembros no están dispuestos a asumir responsabilidades por el bienestar de todos y a trabajar de manera positiva, conjunta, prestando ayuda a los demás, colaborando... Y yo estoy convencido de que este pueblo está dispuesto a hacerlo. Sin esconder la realidad, trabajando juntos para cambiar las cosas vamos a lograrlo.

Juntos, como he repetido en muchas ocasiones, vamos más lentos pero llegaremos más lejos. Y juntos, estoy convencido, de que lograremos poner en marcha todas esas pequeñas medidas que irán permitiendo que ese futuro que deseamos todos se convierta en una realidad.

Que el año que acaba de nacer lleve, a cada uno de los rincones de las ocho islas, nuevas y mejores oportunidades.

*Candidato de Coalición Canaria a la Presidencia del Gobierno de Canarias