Cierto que la ubicación actual del consistorio capitalino en Santa Cruz de Tenerife adolece de inconvenientes varios. Así parecen entenderlo en determinada formación política, SxTF (Socialistas por Tenerife), que, entre otras propuestas preelectorales, plantea como posible nueva sede el edificio de Capitanía, en la plaza Weyler. Aducen en su proposición que no hay ayuntamiento que se precie donde su fachada principal no acceda a una plaza, a ser posible la más reseñable del municipio. Aciertan en su apreciación con respecto al nuestro. No es presentable ni práctico el cruce de Méndez Núñez con Viera y Clavijo como espacio urbano poco diáfano, ni por las limitaciones operativas que implica una instalación poco adecuada, que priva de aparcamientos a los ciudadanos normales y, además, necesita la dispersión geográfica de dependencias y organismos anejos a la Alcaldía: Urbanismo, Atención al Ciudadano, el IMAS, Oficinas en Ni Fú Ni Fá, etc... que gravan con un gasto público añadido que podría evitarse.

Es loable plantear un problema y proponer soluciones. También es doctrina de nuestra Asociación Por la Rehabilitación del Parque Cultural Viera y Clavijo que para que una crítica sea válida debe ir acompañada de alternativas viables y razonadas. Así parecen intentarlo desde SxTF, planteando de inicio posibles permutas con Defensa para, a posteriori, acondicionar el edificio a las necesidades de la gestión municipal. A simple vista pudiera ser un proceso factible, pero demasiado complejo por razones obvias que escaparían a los límites de este texto.

¿Dónde y cómo podría encontrarse una solución satisfactoria, accesible y razonada al problema urbanístico planteado por Socialistas por Tenerife? Su propuesta de reubicación institucional da pie a esta asociación para ofrecer el producto y resultado de su movimiento reivindicativo.

El Parque Cultural Viera y Clavijo, 30.000 metros cuadrados en el centro de la ciudad, edificio neogótico de principio del siglo XX, antiguo Colegio de La Asunción y posterior sede de la Universidad Menéndez y Pelayo, del Conservatorio, de la Universidad de Mayores y multitud de actividades culturales centralizadas en el teatro Pérez Minik. Entorno declarado Bien de Interés Cultural, patrimonio de la ciudad, propiedad del Ayuntamiento, pero cedido su usufructo y conservación al Gobierno de Canarias mediante un lamentable convenio de cesión (año 2004, adenda de 2007) flagrantemente incumplido por las autoridades autonómicas por abandono intencionado, destrucción dolosa de instalaciones y amenazas de demolición, incurriendo en un presunto delito tipificado en el C.P. como "Expolio de Patrimonio".

¿A qué espera el alcalde para resolver un convenio dolosamente incumplido, rescindir el compromiso con la Consejería de Cultura, rescatar este patrimonio urbano, reclamar al Gobierno de Canarias las indemnizaciones correspondientes por daños y perjuicios inferidos a esta ciudad y rehabilitar el edificio histórico para privilegiada y definitiva sede del ayuntamiento?

Es evidente que la voluntad política de definir el traslado de la Alcaldía y todas las dependencias municipales al Viera y Clavijo resolvería de un plumazo todas las cuestiones pendientes. Si se le plantea la rehabilitación al Colegio de Arquitectos, con limpieza y buena fe, el éxito está asegurado.

Ante esta propuesta, solicitamos de las autoridades competentes que se nos informe, al amparo de la Ley de Participación Ciudadana, de alguna contraindicación que invalide la viabilidad del proyecto, y si alguna hubiera, al uso de nuestro ideario, que se acompañe de la posible enmienda en positivo. Por supuesto, no servirán las muletillas dialécticas habituales para desviar atenciones con matices burocráticos que nada tienen que ver con los derechos e intereses ciudadanos.

Decisión, realismo y buena intención son detalles pequeños, pero suficientes para razonar con sentido común.