Lo del certificado de residencia para viajar comienza ya a ser un cachondeo insoportable, además de un engorro difícil de entender. Parece que a partir del próximo sábado ya no hay que llevarlo. Pero vamos a ver, ¿no dijo eso mismo la ministra de Fomento hace unos meses? Lo digo porque en un reciente viaje, la malhumorada azafata de una aerolínea española me volvió pedir el papelajo con serias intenciones de no dejarme subir al avión o, en su caso, de pagar el precio completo del billete, unos 500 eurillos. Lo llevaba encima, pero por fastidiar un poco me hice el remolón para molestar a la señora, que con cara de sheriff me insistía en que o le daba el certificado, o que, por sus pistolas, en la cola me quedaba...

Le dije incluso que la ministra había dicho que ya no hacía falta, a lo que me respondió que lo dicho por la señora de Fomento le importaba un pimiento. Al final, vista la impaciencia de la cola, saque el documento y se lo enseñé a la azafata, que se quedó con la cara de rabia propia de quien ha hecho el panoli durante un rato.

Bromas aparte, yo no me fiaría y llevaría el papelito. Los sistemas informáticos a veces no responden, cambian domicilios, apellidos, siempre se puede encontrar uno a personal con un mal día. Como diría el otro, no hay necesidad ninguna.

@sdnegrin