1.- Digo yo si estos de las tarjetas black, estos caraduras, iban a pensar que nadie se iba a enterar de sus compras fraudulentas, cuando no hay nada más horroroso para dejar rastro que una tarjeta de crédito. Que se lo pregunten a , que tenía una, me parece que con cargo a los fondos reservados, y se fue con ella al casino, a jugar al negro, par y pasa. Yo creo que Rodrigo Rato y los demás no son tan listos como creíamos, o debe ser que fueron impunes (e inmunes) durante tanto tiempo que se acabaron creyendo que el banco -Bankia- y CajaMadrid eran suyos. Lo peor no es esto; lo peor es que ni siquiera se sonrojaban cuando le quitaban la casa a una pobre familia que no podía pagar la hipoteca. Y apagaban la tele cuando veían a los fornidos policías arrastrar por el suelo a los inquilinos que no se querían ir, entre otras cosas porque iban a dormir a la intemperie. Y, mientras, estos sinvergüenzas gastando 1.500 euros en helados y muchos más en joyas para sus queridas. O almorzando en restaurantes de cuatro tenedores.

2.- Me repito mucho cuando digo que nada de esto me extraña porque este es el país de Rinconete y Cortadillo. Han dejado en meros aficionados a Arsenio Lupin y a todo el elenco de la ladroniza estafadora universal. Y, ¿saben lo peor? Pues que no les pasará nada porque sus abogados de elite encontrarán la manera de evadirlos del talego, o de que estén poco tiempo en la mazmorra. Miren, si no, a Blesa. Al que han jodido ha sido al juez que lo trincó y lo mandó para dentro unos días, para que sintiera lo que era vida de lujo carcelario. Pues a Elpidio Silva, que un poco obsesivo sí que parecía, le han hecho perder la carrera. Blesa se solazaba en Miami y Elpidio lo mandó a solazarse en una celda, quién sabe si con un mariconzón ansioso al lado que en cualquier momento le hubiera dado un susto de muerte. Se libró, de momento.

3.- Posiblemente este país no tiene remedio porque tampoco se puede dejar que sean los jueces quienes lo gobiernen. En Italia varios jueces le cogieron tal gustirrinín al poder y al mando que se hicieron políticos. Y jodieron aún más al país. ¿Se acuerdan cuando venía Garzón, chiquito elemento, a enchironar a los del time-sharing? Venía con aquel Cotino. Ahora de Cotino se dicen muchas cosas, Garzón anda defendiendo delincuentes y los del time-sharing siguen vendiendo pisos compartidos. Qué bola, ¿no?

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